martes, 15 de enero de 2008

El Gobierno usaría el colchón del superávit si el PIB baja de 3%

MADRID.- El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, dijo el martes que el Gobierno comenzaría a utilizar el superávit de las cuentas públicas en caso de que el crecimiento de la economía fuera "claramente" inferior al 3,0 por ciento.

"Si en algún momento ya no crecemos por encima del tres (por ciento) yo creo que lo razonable es aprovechar todo esto que hemos ahorrado estos años para estar en equilibrio o tener un pequeño déficit", dijo Ocaña.

La previsión oficial de crecimiento para el conjunto de 2008 es del 3,1 por ciento, mientras que el Gobierno espera que la economía haya crecido un 3,8 por ciento en 2007 después de que el Producto Interior Bruto (PIB) rondara el 3,5 por ciento en el último trimestre del ejercicio pasado.

Según Ocaña, el superávit público habría superado el dos por ciento del PIB, incluyendo las cifras de la Seguridad Social.

"Los datos del cierre de 2007 (de superávit público) van a ser magníficos, por encima del dos por ciento", dijo.

En opinión de Ocaña, el superávit del pasado año, permitirá un buen punto de partida para las cuentas de 2008, cuya estimación oficial se centra en un superávit del 1,15 por ciento.

"Creemos que las previsiones que hay para 2008 son prudentes", apostilló.

Ocaña matizó que la cifra de superávit esperada para 2007 incluye un saldo positivo de la Seguridad Social cercano al 1,1 por ciento del PIB y el resto sería superávit del Estado.

Hacienda divulgará en febrero las cifras completas de las cuentas públicas del conjunto de 2007 y enero de 2008.

Pese a la desaceleración económica, Ocaña dijo que espera cumplir la previsión de ingresos del Estado en 2008 aún reconociendo que crecerán más moderadamente que en 2007.

En cuanto a la previsible evolución de la política fiscal del Gobierno, no descartó nuevas rebajas en materia de IRPF en 2009, condicionadas a la marcha general de la economía.

"El hacer alguna baja selectiva en IRPF a las rentas más bajas (en 2009) puede tener sentido," expresó.

En la misma línea que expresara recientemente el ministro del ramo, Pedro Solbes, Ocaña localizó en la crisis crediticia internacional la mayor fuente de incertidumbre para la economía española.

En este sentido, señaló que la crisis "subprime", pese a no ser un problema de raíz local, puede acabar por afectar a la economía española por su dependencia de los flujos financieros procedentes del exterior para financiar a empresas y particulares, como revela el elevado déficit corriente.

Sin embargo, apuntó como aspecto positivo la falta de exposición directa de las entidades financieras españolas a la crisis en contraste con la situación en otros países.

"Si la situación de incertidumbre, de riesgos de mercados financieros, se prolonga mucho (en el segundo semestre) se puede tener un riesgo", apostilló.

Con relación a los tipos de interés en la zona del euro, Ocaña expresó su opinión de que ve difícil cualquier movimiento en el actual contexto de la crisis "subprime".- (Reuters)

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