BILBAO.- Un nuevo informe de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA) alerta de que muchos trabajadores inmigrantes en Europa trabajan actualmente "en penosas condiciones de seguridad".
El documento, denominado 'Observatorio Europeo de Riesgos' (ERO), presenta una visión general de las cuestiones relacionadas con la seguridad y salud laboral de los trabajadores inmigrantes. La inmigración "puede brindar oportunidades laborales que mejoran el bienestar general de los trabajadores, pero también conllevar una menor cualificación y disminuir las posibilidades de movilidad social, lo que puede acarrear problemas para la seguridad y la salud", asegura la investigación.
"Los trabajadores inmigrantes suelen estar sobrerrepresentados en los sectores de mucho riesgo y en los trabajos sucios, peligrosos y de gran demanda", afirma en este sentido el director de la Agencia Europea, Jukka Takala.
"Con frecuencia, su trabajo se caracteriza por la incertidumbre, las malas condiciones de trabajo y los bajos salarios. Es un serio motivo de preocupación en toda Europa", explica.
Parece demostrado, según los datos de este informe, que los trabajadores inmigrantes se concentran en ciertos sectores y ocupaciones. "Por una parte, trabajan en profesiones para las que se necesita mucha cualificación, como las tecnologías de la información; pero por otra, muchos trabajan en condiciones penosas en sectores como la agricultura, la horticultura, la construcción, la atención sanitaria, el sector doméstico, el transporte o el sector alimentario", señala.
"La gran presencia de trabajadores inmigrantes en estos sectores puede explicarse, no sólo por la escasez de mano de obra, sino también por las barreras lingüísticas y legales, a las que se suman formas de discriminación más sutiles", agrega el documento. Y su presencia será "casi con seguridad" mayor de lo que las estadísticas oficiales dicen, puesto que en éstas sólo quedan recogidos los inmigrantes permanentes legalizados, y no los temporeros ni los trabajadores no declarados, que pueden ser especialmente relevantes en el sector de la agricultura, por ejemplo.
El impacto de las condiciones de trabajo sobre la seguridad y la salud de los inmigrantes puede tener consecuencias negativas, según la OSHA, como salarios más bajos, horarios más prolongados, mayor inestabilidad laboral, trabajos de alta demanda física o monótonos, así como un mayor riesgo de accidentes laborales.
Los trabajadores inmigrantes corren, además, un mayor riesgo de sufrir problemas de salud y seguridad por la duración relativamente corta de su trabajo en los países anfitriones y por sus limitados conocimientos de los sistemas de salud y seguridad que están a su disposición. Algunos de ellos declaran además ser víctimas de acoso "con mayor frecuencia que los oriundos del país en el mismo trabajo". "Si a ello añadimos unas condiciones de trabajo más desfavorables, no es de extrañar que se manifiesten mayores niveles de estrés y agotamiento", afirma el Observatorio.
Se estima que en las nueve mayores economías de los antiguos EU-15, entre 4,4 y 5,5 millones de inmigrantes trabajan en la 'economía informal', aunque todavía no existen datos precisos sobre el trabajo no declarado.
Y es que los trabajadores ilegales "constituyen un serio motivo de preocupación porque con frecuencia no tienen acceso a los servicios de atención sanitaria laboral, y no pueden acogerse a los mecanismos de protección legal para quienes ocupan puestos peligrosos". Los pocos estudios realizados sobre seguridad y salud de los trabajadores no declarados dejan ver que éstos "no siempre aparecen en las estadísticas y que con gran probabilidad trabajan en pésimas condiciones".
Debido a esta preocupación por la seguridad los trabajadores inmigrantes la Agencia Europea para la Salud y la Seguridad en el Trabajo hará un seguimiento del estado del conocimiento sobre este asunto y continuará promoviendo el intercambio de información sobre buenas prácticas desde su propia web.- (EP)
El documento, denominado 'Observatorio Europeo de Riesgos' (ERO), presenta una visión general de las cuestiones relacionadas con la seguridad y salud laboral de los trabajadores inmigrantes. La inmigración "puede brindar oportunidades laborales que mejoran el bienestar general de los trabajadores, pero también conllevar una menor cualificación y disminuir las posibilidades de movilidad social, lo que puede acarrear problemas para la seguridad y la salud", asegura la investigación.
"Los trabajadores inmigrantes suelen estar sobrerrepresentados en los sectores de mucho riesgo y en los trabajos sucios, peligrosos y de gran demanda", afirma en este sentido el director de la Agencia Europea, Jukka Takala.
"Con frecuencia, su trabajo se caracteriza por la incertidumbre, las malas condiciones de trabajo y los bajos salarios. Es un serio motivo de preocupación en toda Europa", explica.
Parece demostrado, según los datos de este informe, que los trabajadores inmigrantes se concentran en ciertos sectores y ocupaciones. "Por una parte, trabajan en profesiones para las que se necesita mucha cualificación, como las tecnologías de la información; pero por otra, muchos trabajan en condiciones penosas en sectores como la agricultura, la horticultura, la construcción, la atención sanitaria, el sector doméstico, el transporte o el sector alimentario", señala.
"La gran presencia de trabajadores inmigrantes en estos sectores puede explicarse, no sólo por la escasez de mano de obra, sino también por las barreras lingüísticas y legales, a las que se suman formas de discriminación más sutiles", agrega el documento. Y su presencia será "casi con seguridad" mayor de lo que las estadísticas oficiales dicen, puesto que en éstas sólo quedan recogidos los inmigrantes permanentes legalizados, y no los temporeros ni los trabajadores no declarados, que pueden ser especialmente relevantes en el sector de la agricultura, por ejemplo.
El impacto de las condiciones de trabajo sobre la seguridad y la salud de los inmigrantes puede tener consecuencias negativas, según la OSHA, como salarios más bajos, horarios más prolongados, mayor inestabilidad laboral, trabajos de alta demanda física o monótonos, así como un mayor riesgo de accidentes laborales.
Los trabajadores inmigrantes corren, además, un mayor riesgo de sufrir problemas de salud y seguridad por la duración relativamente corta de su trabajo en los países anfitriones y por sus limitados conocimientos de los sistemas de salud y seguridad que están a su disposición. Algunos de ellos declaran además ser víctimas de acoso "con mayor frecuencia que los oriundos del país en el mismo trabajo". "Si a ello añadimos unas condiciones de trabajo más desfavorables, no es de extrañar que se manifiesten mayores niveles de estrés y agotamiento", afirma el Observatorio.
Se estima que en las nueve mayores economías de los antiguos EU-15, entre 4,4 y 5,5 millones de inmigrantes trabajan en la 'economía informal', aunque todavía no existen datos precisos sobre el trabajo no declarado.
Y es que los trabajadores ilegales "constituyen un serio motivo de preocupación porque con frecuencia no tienen acceso a los servicios de atención sanitaria laboral, y no pueden acogerse a los mecanismos de protección legal para quienes ocupan puestos peligrosos". Los pocos estudios realizados sobre seguridad y salud de los trabajadores no declarados dejan ver que éstos "no siempre aparecen en las estadísticas y que con gran probabilidad trabajan en pésimas condiciones".
Debido a esta preocupación por la seguridad los trabajadores inmigrantes la Agencia Europea para la Salud y la Seguridad en el Trabajo hará un seguimiento del estado del conocimiento sobre este asunto y continuará promoviendo el intercambio de información sobre buenas prácticas desde su propia web.- (EP)
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