jueves, 10 de enero de 2008

La escasez de mano de obra estimula la fibra familiar en Alemania

BERLÍN.- La falta de mano de obra obliga a las empresas alemanas a hacer todo para atraer personal calificado, incluso a transigir con los imperativos familiares de sus asalariados y a acoger cada vez más a su prole.

Desde hace algunos meses, fabricantes de máquinas, de automóviles o empresas de informática alemanes se ven limitados por la escasez de mano de obra calificada. Por ejemplo, hacen falta 50.000 ingenieros, lo cual obliga a las empresas a rechazar contratos y afecta el desempeño económico de todo el país.

Al mismo tiempo, con una tasa del 62,2% de empleo de personal femenino, Alemania tiene todavía un potencial inexplotado entre las mujeres. La primera economía europea se encuentra lejos por detrás de sus vecinos escandinavos, Holanda o Austria.

"En el ámbito comercial, las mujeres son mejores que los hombres" y son versadas también en temas técnicos, afirma Günter Kirn, que dirige Werma, una pequeña empresa especializada en señalización ubicada cerca del lago de Constanza (suroeste), que no escatima elogios para sus colegas mujeres. El único problema es que "las mujeres tienen hijos", opina.

En un país donde las estructuras para el cuidado de los niños son raras y donde las escuelas dictan clases sólo hasta el mediodía, la dificultad de conciliar la vida familiar con la profesional hace que muchas mujeres dejen de lado su carrera.

Mientras esperan que los planes del gobierno se hagan realidad -la ministra de Familia prevé triplicar el número de guarderías infantiles antes de 2013- las empresas reaccionan. "Como empresa, no podemos permitirnos perder trabajadores y sus capacidades porque fundan una familia", reconocía hace algunos meses Dieter Zetsche, presidente del fabricante de automóviles Daimler-Chrysler. En conscuencia, el grupo inauguró en septiembre guarderías en cuatro fábricas alemanas.

Los padres y madres de familia que trabajan en el Commerzbank, Siemens o Deutsche Telekom pueden llevar a sus hijos a sus lugares de trabajo. Según el ministerio de Familia, el 3,5% de las empresas ofrecían esta posibilidad en 2006, pero el 36% declara que piensa o estudia activamente llevar a cabo esta idea, un porcentaje que llega al 45% entre las que tienen más de 250 trabajadores.

Sin embargo, las empresas pequeñas y medianas que no tienen ni la cantidad de empleados ni los medios financieros para crear sus propias guarderías, deben aplicar su imaginación para mantenerse en competencia.

En la empresa de informática berlinesa Infopark, "hemos reflexionado hace varias semanas sobre la apertura de una guardería", explica su propietario, Bernd Volcker. Pero con 80 trabajadores, la empresa no puede permitirse esta iniciativa.

En cambio, "el personal puede trabajar fácilmente en sus casas o traer a sus hijos". También en Werma es todo posible. Como es el caso de tres trabajadores que "se reparten un puesto entre ellos", explica Kirn.

"Las empresas entienden que deben comprometerse para no quedar distanciadas en la competencia, mientras escasea cada vez más la mano de obra" calificada, comenta la Confederación Alemana de Cámaras de Industria y Comercio (DIHK). A falta de soluciones, son numerosas las empresas que apoyan financieramente el cuidado de los hijos de sus trabajadores.- (AFP)

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