lunes, 7 de enero de 2008

Las empresas buscarán liquidez para nuevas operaciones en 2008

MADRID.- La crisis de las hipotecas subprime o de alto riesgo ha desatado una crisis de liquidez. El reto es superarla para seguir creciendo. Los bancos y cajas deben tener además especial cuidado en su exposición al sector inmobiliario. Y las empresas alimentarias tendrán que preocuparse ante el continuo aumento de precios, según "El Economista".

Los retos para el nuevo año se encuentran invadidos por un protagonista indiscutible y ya viejo conocido: la crisis provocada por las hipotecas de alto riesgo en EEUU. Y, por supuesto, la amiga que apareció con ella, la temida carestía de liquidez. Una vez se destaparon ambas, la actividad y las operaciones en curso, y las que vendrán durante el próximo año quedaron profundamente condicionadas.

El desafío consiste en capear la crisis sufriendo el menor daño posible, para lo que las reservas de liquidez y la capacidad para conseguirla son ahora fundamentales. En este sentido, el control de la creciente y amenazante morosidad es otra de las claves. Afinar a la hora de conceder créditos hipotecarios, tal y como ha recomendado el Banco de España, resultará determinante para controlar este peligroso efecto.

De la misma manera, especialmente en el caso de España, la banca debe demostrar que es capaz de buscar nuevas fuentes de ingresos, al haberse registrado un brusco frenazo en el sector inmobiliario. Su capacidad para seguir creciendo con diferentes apoyos incidirá directamente sobre su buena salud. Por ello, las casi tres millones de pymes que existen en España son la gallina de los huevos de oro a la que bancos y cajas de ahorro quieren acercarse ahora.

Para evitar en el futuro sustos innecesarios, las cajas de ahorro -que tienen una exposición del 70 por ciento de sus créditos al sector inmobiliario- debieran huir del ladrillo.

Algunas llevan meses aplicándose, pero 2008 debe ser recordado como el ejercicio en el que las cajas diversificaron hacia otros sectores y negocios, como financiación al consumo, seguros y otras empresas.

La búsqueda de fondos es el objetivo principal de las cajas, que no pueden recurrir a la bolsa, como sus grandes rivales los bancos. Por ello, el Banco de España apoya soluciones imaginativas como la salida al mercado de sus carteras de participadas. La Caixa ya lo ha hecho y ahora vendrán Bancaja y CAN. Además, también ha dado su visto bueno a la emisión de cuotas participativas, con una CAM que se convertirá en la primera del sector en lanzar estas acciones sin derechos políticos.

Tres cajas más planean aprobar las cuotas participativas. Podría ser este año. Otra cosa muy distinta es que el temporal financiero aconseje aplazar hasta dentro de un año el lanzamiento, para asegurar el éxito de la operación.

El principal reto de las cajas para el próximo año consistirá, además, en consolidar su salida al exterior con la apertura de oficinas y la compra de bancos. Algunos como La Caixa, la principal entidad del sector, ya están con las manos en la masa. Otros, como Caja Madrid, Bancaja, CAM o Caja Navarra lo contemplan.

Y no habrá que perder de vista tampoco a la industria alimentaria, que tendrá que hacer frente con el nuevo año a más subidas de precios. Los costes en origen están disparados y la distribución no ha podido trasladar todavía los incrementos al consumidor. Habrá por lo tanto que rascarse el bolsillo, además de asistir a cierres y concentraciones de empresas si la situación persiste.

En el sector energético, los principales desafíos estarán en el ahorro y la eficiencia, además del desarrollo de las renovables, la principal apuesta de futuro del Gobierno.

La industria de las telecomunicaciones se frotará mientras tanto las manos ante una nueva avalancha de operadores móviles virtuales, el nacimiento de la televisión en movilidad y la multiplicación de la banda ancha fija, que no sólo conquistará los 50 megas sino que flirteará con las conexiones de cien megas.

En las principales empresas españolas del sector se esperan movimientos en Vodafone, que tendrá que poner en marcha su negocio convergente tras la compra de Tele2. También hay que seguir de cerca a Telefónica, que sacará al mercado su filial de call center (Atento) y deberá aclarar su panorama empresarial en Italia, tras su entrada en Telecom Italia, y aumentar su participación en China Netcom, socio con el que compartirá las mieles de las futuras licencias de tercera generación del gigante asiático.

El sector de las Tecnologías de la Información pide que el nuevo año traiga oleadas de innovación como única vía para competir. Otro deseo es hacer que la tecnología llegue a los 5.000 millones de personas que aún no tienen acceso a ella en el planeta.

Y en turismo habrá que estar muy pendientes para saber si moverá ficha Hesperia en NH. Ya posee más del 25 por ciento -es el principal accionista-, pero no tiene voz ni voto en el Consejo. Una opción sería vender su paquete y hacer caja. La otra es lanzar una opa por el cien, pero este año no ha logrado socios que le acompañen en tal hazaña. Y el horno crediticio no está para bollos.-

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