miércoles, 2 de enero de 2008

Los sustitutos del petróleo siguen siendo escasos y muy caros

PARÍS.- El petróleo seguirá siendo la principal fuente de energía del planeta durante décadas porque alimenta los sectores de la química y los transportes, en fuerte crecimiento, para los cuales los productos sustitutivos existentes son escasos y muy caros.

La demanda de petróleo debería aumentar de forma notable de aquí al 2030 (+37%), según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), a pesar de su precio, que el 2 de enero alcanzó exactamente los 100 dólares por barril.

Pero después de las crisis petroleras de los años 70, la producción de electricidad y de energía industrial se alejó casi totalmente del petróleo en beneficio de la energía nuclear, el carbón, el gas natural y las energías renovables.

La demanda de petróleo se incrementará en especial en el sector del transporte, la química y en menos medida en la calefacción.

En estos sectores "la sustitución no es fácil", explicó Lawrence Eagles, analista de la AIE.

En lo referido a la calefacción, el gas natural es un sustituto posible y el carbón sigue siendo una alternativa más marginal. La demanda de gas debería registrar un fuerte aumento que la AIE prevé en el 2,1% anual hasta 2030, contra un 1,3% para el petróleo.

Pero el gas es más difícil de transportar y de almacenar que el oro negro, aunque como el petróleo plantea problemas de dependencia energética, en particular frente a Rusia, primer exportador mundial.

En el sector del transporte, el petróleo es el recurso dominante del mercado: 94%, mientras que los biocarburantes sólo tienen el 1% del mercado y el 5% va a la electricidad y el carbón.

Al mismo tiempo, el interés por los biocarburantes es relativo, pues los productos de base como las remolachas, las oleaginosas, los cereales o el azúcar son muy caros y ampliamente subsidiados.

Su eficacia medioambiental está cada vez más cuestionada pues su producción consume mucha energía, por no hablar de la subida de los precios de los productos agrícolas y alimentarios que provoca desde hace meses.

La AIE recomienda importar biocarburantes de las regiones en las que son más rentables y más desarrollados, en particular en Sudamérica, e invertir en investigaciones sobre biocarburantes de segunda generación, que usan materias vegetales no alimenticias como celulosa o algas.

Otra alternativa son las pilas a combustible, pero también son muy caras y necesitan una adaptación radical de los vehículos.

A largo plazo, los coches eléctricos serán una opción, pero necesitarán un importante aumento en la producción de electricidad.

"El petróleo no tiene un verdadero competidor" en el ámbito de los transportes. "Ello no quiere decir que no haya alternativa: puede usarse el tren, el autobús y otros transportes colectivos. También se puede viajar menos", comentó Leo Drollas, subdirector del Centre for Global Energy Studies (CGES).

En el sector químico, que también está en expansión a nivel mundial, no existen tampoco sustitutos a medio plazo, reconoce Daniel Marini, de la Unión de Industrias Químicas.

En su opinión, algunas alternativas (carbón, gas natural, química verde a base de materias orgánicas) "todavía no son bastante económicas" para suponer una verdadera sustitución, inclusive aunque los países ricos en carbón como China estén desarrollando la carboquímica.

Recientemente en Francia, durante la denominada "cumbre ecológica" convocada por el Gobierno, las industrias químicas se comprometieron a aumentar sus reservas de energía renovables del 7% al 15% de aquí a 10 años, un objetivo que según Drollas es "muy ambicioso" para ser creíble.- (AFP)

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