jueves, 24 de enero de 2008

Quintás señala que no se puede hablar de crisis económica, sino de desaceleración

MADRID.- El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, señaló hoy que "no se puede hablar de crisis económica", sino de desaceleración, porque la actual crisis por la que atraviesa el sistema financiero internacional aún no ha contagiado a la economía real.

"En estos momentos estamos viendo el incendio, pero nuestros árboles aún no han empezado a arder, ni los nuestros ni los de las empresas americanas", subrayó Quintás durante una comida organizada por el 'Foro ABC'.

En este sentido, Quintás se refirió, por un lado, a la desaceleración que sufrirá España por el frenazo de la construcción y, por otro, a las consecuencias que sufre el sector financiero y los mercados por la crisis 'subprime'.

Respecto a la desaceleración de la construcción, el presidente de la CECA recordó que la industria nacional tuvo el monopolio en la construcción y que ahora no sólo ha comenzado a declinar, sino que el origen de la prosperidad "empieza a enturbiarse", por lo que el reto de los empresarios es cambiarlo a otros sectores productivos.

No obstante, alabó la actuación de los empresarios españoles, cuyo "dinamismo inversor" está contrarrestando los efectos de la construcción.

Respecto a la crisis financiera, Quintás recordó que España no tiene exposición a las hipotecas 'subprime' y que vive los coletazos de las turbulencias en Estados Unidos.

Asimismo, subrayó que la caída de las Bolsas no sólo se debe al miedo ante una posible recesión económica en Estados Unidos, sino que los mercados han reaccionado de manera negativa ante el plan anunciado por el presidente norteamericano, George Bush, que dejó fuera de sus medidas a las 'monolines', entidades aseguradoras, lo que, a su juicio, puede constituir el origen de una nueva oleada de turbulencias.

Según explicó, las bolsas viven un "momento de histeria" y "sobre reaccionan" ante determinados hechos, por lo que al conocer la posible existencia de medidas para reflotar las aseguradoras norteamericanas han comenzando a repuntar.

Este tipo de entidades tienen como función "garantizar" la calidad crediticia de créditos, préstamos, bonos o titulizaciones, entre otras emisiones, otorgándoles su propio 'rating' crediticio que, en general, es el máximo "AAA".

Quintás señaló que este tipo de empresas en Estados Unidos ya han comenzado a tener problemas ante el estallido de la crisis 'subprime', porque desconocían que sobre los activos que aseguraban había "basura".

No obstante, Quintás quiso dejar claro la escasa exposición que tienen en España estas empresas y señaló que, a diferencia de Estados Unidos donde son "piezas estratégicas", en España ha habido un par de operaciones por aseguramiento, pero "no es una de las piezas utilizadas".

Capacidad analítica de Solbes

Por otro lado, Quintás se refirió a la actuación del ministro de Economía, Pedro Solbes, ante la actual situación económica. En este sentido, señaló que cuando se muestra una "cierta prudencia" puede parecer que "no se muestran todas las aristas del problema".

Asimismo, subrayó que a veces puede dar "la impresión de que no está tomando buena nota de lo que se dice o de lo que ocurre en su entorno", pero que, a su juicio, pocas personas tienen "una capacidad analítica y tan observadora como la suya".

Por último, sobre las cuotas participativas, Quintás recordó que es un instrumento "válido" para que el mercado pueda valorar la gestión de las cajas de ahorros y que su puesta en marcha depende, por tanto, de cada caja y de si prefieren someterse a los altibajos de la Bolsa a cambio de tener ventajas para su expansión.

Societé Générale

Respecto a la situación del banco francés Société Générale, que hoy anunció hoy pérdidas de cerca de 7.000 millones relacionadas con un "fraude excepcional" en operaciones de 'trading' y con su exposición al sector hipotecario 'subprime', Quintás señaló que cuando uno tiene una pérdida importante "tiende a ocultarla, intentando arreglarla".

A su juicio, el problema de la actuación del operador, autor del fraude, puede atender a dos razones, a que actuase sobre activos con un 'rating' que no le correspondía, lo supiese y lo quisiese "tapar", o bien, a que "el sistema estaba mal diseñado".

En concreto, el banco francés atribuyó hoy el fraude a un operador responsable del "plain vanilla", que cubre futuros en los índices de valores de los mercados europeos. Este operador ha tomado "posiciones masivas en dirección fraudulenta en 2007 y 2008" sobrepasando los límites que se le atribuyeron.

Además, el banco señala que el operador logró ocultar el fraude a través de un "elaborado esquema de transacciones ficticias" y gracias a "su profundo conocimiento de los procedimientos de control", resultado de su experiencia laboral en la entidad.- (EP)

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