DÜSSELDORF.- El grupo industrial alemán ThyssenKrupp confirmó hoy sus previsiones de cara al cierre de su primer trimestre fiscal del ejercicio 2007/08 en el que espera una caída del 34% en el beneficio antes de impuestos y extraordinarios, hasta una cifra cercana a los 700 millones de euros, frente a los 1.062 millones del mismo periodo del ejercicio anterior.
En concreto, el presidente del grupo germano, Ekkehard Schulz, explicó que su resultado bruto del año anterior se vio impulsado por la "excepcionalmente fuerte" demanda y elevados precios del acero inoxidable, "algo que no se produce en este momento".
De cara al conjunto de su ejercicio 2007/08, Schulz señaló que "el consejo de la compañía espera una facturación de 53.000 millones de euros y un beneficio bruto de unos 3.000 millones de euros", en el que se incluirán los costes del lanzamiento de factorías siderúrgicas en Brasil y EEUU.
Asimismo, Ekkehard Schulz destacó que el objetivo de ventas de la compañía a medio plazo se sitúa en 60.000 millones de euros, mientras que el beneficio antes de impuestos y extraordinarios podría alcanzar los 4.000 millones.
"A más largo plazo, especialmente después de la entrada en servicio de las factorías de Norteamérica y otras regiones, el horizonte de facturación se sitúa en torno a los 65.000 millones, mientras que el beneficio bruto podría alcanzar entre 4.500 y 5.000 millones", afirmó Schulz.
Por otra parte, la compañía anunció hoy la prórroga del contrato de Ekkehard Schulz como presidente y miembro del consejo de administración que expiraba el próximo 23 de enero de 2009 y que ahora se extenderá hasta la celebración de la junta general de accionistas de la compañía del ejercicio 2009/10.- (Agencias)
En concreto, el presidente del grupo germano, Ekkehard Schulz, explicó que su resultado bruto del año anterior se vio impulsado por la "excepcionalmente fuerte" demanda y elevados precios del acero inoxidable, "algo que no se produce en este momento".
De cara al conjunto de su ejercicio 2007/08, Schulz señaló que "el consejo de la compañía espera una facturación de 53.000 millones de euros y un beneficio bruto de unos 3.000 millones de euros", en el que se incluirán los costes del lanzamiento de factorías siderúrgicas en Brasil y EEUU.
Asimismo, Ekkehard Schulz destacó que el objetivo de ventas de la compañía a medio plazo se sitúa en 60.000 millones de euros, mientras que el beneficio antes de impuestos y extraordinarios podría alcanzar los 4.000 millones.
"A más largo plazo, especialmente después de la entrada en servicio de las factorías de Norteamérica y otras regiones, el horizonte de facturación se sitúa en torno a los 65.000 millones, mientras que el beneficio bruto podría alcanzar entre 4.500 y 5.000 millones", afirmó Schulz.
Por otra parte, la compañía anunció hoy la prórroga del contrato de Ekkehard Schulz como presidente y miembro del consejo de administración que expiraba el próximo 23 de enero de 2009 y que ahora se extenderá hasta la celebración de la junta general de accionistas de la compañía del ejercicio 2009/10.- (Agencias)
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