viernes, 22 de febrero de 2008

La mala economía complica la campaña socialista

MADRID.- Hace unos pocos meses la pujante economía española parecía un triunfo en las manos del presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero de cara a las elecciones generales.

La mayoría de los sondeos indican que los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, están ahora prácticamente igualados, siendo el desempleo y los problemas económicos la segunda y tercera obsesión de los españoles, tras el terrorismo.

España ha sido uno de los éxitos económicos de la Unión Europea desde hace más de una década. Pero, la crisis financiera internacional, iniciada por las hipotecas de alto riesgo en Estados Unidos y la contracción del sector residencial, ha hecho que se disparen las alarmas.

En el mercado del trabajo, las cifras son cada día más sombrías. Tras una década en la que fueron creados más de 600.000 empleos anualmente, pasando el desempleo del 25% en 1994 al 8,6%, el paso ha vuelto a crecer.

El índice anual de enero fue del 4,3%, frente al 2,4% hace un año, el mayor saldo en menos de una década.

La inflación llegó el mes pasado a su nivel más elevado en 12 años con el 4,3%, más del doble de la media de la UE. Y el índice de la confianza consumidora retrocedió en enero por noveno mes consecutivo.

Los acólitos de Rodríguez Zapatero reconocen que hay problemas pero que la economía española está en condiciones de capear el temporal. "Es inevitable que la gente se preocupe, pero no hay necesidad de adoptar medidas apresuradas", afirmó el ministro de Hacienda Pedro Solbes.

El opositor Partido Popular, tras mencionar la elevada inflación y el creciente desempleo, acusó al gobierno socialista de arruinar la economía sana que heredó de su predecesor conservador José María Aznar en el 2004.

"Los beneficios del pasado se han terminado y la pregunta es ¿Y ahora qué?", dijo el líder del PP, Mariano Rajoy.

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