miércoles, 27 de febrero de 2008

El euro fuerte siembra la discordia en Europa

BRUSELAS.- La disparada del euro a más de 1,50 dólares es un regalo envenenado para Europa, donde provoca discordia entre países que se preocupan de los peligros para la economía y aquellos que se acomodan o subrayan sus beneficios.

Desde su lanzamiento, en 1999, la moneda única que comparten actualmente 15 países de la Unión Europea se ha apreciado un 29%. Sin embargo, desde que tocó su nivel más bajo, en octubre de 2000 (0,8230 dólares), el euro ha ganado un 82%.

"Hay un potencial de tensiones entre los alemanes y los holandeses de un lado y los franceses e italianos del otro", subrayó el experto Simon Tilford, jefe economista del Centro para la Reforma de Europa, un instituto de investigación con sede en Londres.

Francia, segunda economía de la Eurozona, ha advertido en varias ocasiones de los peligros de un euro fuerte para la industria del Viejo Continente, cuyos productos se han vuelto más caros para la exportación, incluso si al mismo tiempo ha recortado el costo de la factura energética, emitida en dólares.

El déficit comercial francés batió un nuevo récord en 2007, situándose en mas de 39.000 millones de euros.

La industria aeronáutica, cuyos costos son en euros pero que vende sus productos en dólares, amenaza con transferir una parte de su producción a países del área de la moneda verde. "No podemos soportar esta brecha.

El procedimiento natural va a ser el traslado a las zonas dólar o de bajo costo, como ya ha ocurrido con la industria automotor", advirtió el presidente de Dassault aviation, Charles Edelstenne.

"Todo el mundo" en Europa reconoce que hay una apreciación "demasiado rápida del euro" y un debilitamiento muy veloz de monedas como el yen o el dólar, indicó recientemente a la AFP el secretario francés de Asuntos Europeos, Jean-Pierre Jouyet.

El problema para Europa es que Estados Unidos se niega a actuar sobre su moneda, empujando a los europeos a presionar a China para que reevalúe el yuan y de este modo equilibre un poco el comercio internacional.

Francia es favorable a que los gobiernos de la zona euro desempeñen un papel más activo en el mercado cambiario, frente a un Banco Central Europeo (BCE) celoso de sus prerrogativas y criticado a menudo por su obsesión en la lucha contra la inflación.

Según sus detractores, esta prioridad ha hecho que el BCE mantenga las tasas de interés elevadas, lo que contribuye a la apreciación del euro en un momento en el que el crecimiento de la Eurozona se desacelera.

Pero Alemania, que sigue exhibiendo importantes excedentes comerciales, defiende la independencia del BCE, incluso si el gobierno alemán comienza a preocuparse por la subida de euro. En la misma línea se encuentran Holanda y Austria, que no dejan de elogiar las ventajas de una moneda fuerte.

"El euro es para la opinión pública y algunas personalidades políticas responsable de todo, lo bueno y lo malo. Cuando fue lanzado, era responsable de la inflación. Hoy en día, es responsable de la desaceleración de la economía", subrayó en un estudio el experto Patrick Artus, economista del banco Natixis.

Pero según Artus, "el responsable no es el euro, sino el dólar", que está pagando la fragilidad de una economía norteamericana que ha vivido durante mucho tiempo del crédito del resto del mundo.

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