miércoles, 27 de febrero de 2008

La Fed actuará de forma oportuna para apoyar el crecimiento

WASHINGTON.- El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, dijo el miércoles que el banco central actuará como sea necesario para asegurar que los afectados mercados inmobiliario y de crédito no socaven aún más la desaceleración económica.

Ben Bernanke, tras advertir al Congreso sobre un posible período de escaso crecimiento comercial, volvió a insinuar que el banco central volverá a reducir las tasas de interés para estabilizar la tambaleante economía.

"Es importante reconocer que los riesgos a la baja sobre el crecimiento persisten", afirmó Bernanke en un testimonio preparado ante la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes.

"La situación económica se ha tornado visiblemente menos favorable" desde el verano, dijo Bernanke al Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representante.

Desde su evaluación en el verano, el crisis de la vivienda se ha agudizado, los problemas crediticios se intensificaron y el mercado laboral se deterioró. Bernanke dijo que la suma de estos factores ha vuelto a individuos y negocios más cautelosos en cuanto a gastos e inversiones, lo que a su vez ha debilitado más la economía.

Los indicios siguen "sugiriendo una trabajosa actividad económica a cercano plazo", dijo el funcionario a los legisladores. A la vez, agregó, el banco central debe mantener a raya la inflación dada la reciente alza en los combustibles y en los precios de otros productos.

Agregó que por ahora la prioridad es apuntalar la economía.

Bernanke volvió a prometer reducir las tasas de interés para ayudar a la economía, que muchos temen está al borde de una recesión.

La Reserva "actuará de manera oportuna, según sea necesario, para apoyar el crecimiento y suministrar adecuadas garantías en previsión de riesgos", dijo Bernanke.

El banco central, que redujo una tasa de interés clave en septiembre, en apenas ocho días de enero las bajó en 1,25%, la mayor reducción en un solo mes en un cuarto de siglo. Los economistas e inversionistas de Wall Street pronostican que el banco volverá a reducir las tasas en su próxima reunión el 18 de marzo.

"La Fed evaluará cuidadosamente la información entrante sobre el panorama económico y actuará de manera oportuna en caso de ser necesario para apuntalar el crecimiento y proveer un seguro adecuado contra los riesgos", declaró.

Bernanke, reiteró que la actividad económica se mantendrá débil a corto plazo en Estados Unidos y que está dispuesto a reducir las tasas de interés, pese al riesgo creciente de mayor inflación.

"Las últimas informaciones recibidas después de nuestra reunión de enero continúan sugiriendo que la actividad se mantendrá débil a corto plazo", declaró Bernanke en un discurso ante el Congreso.

La Fed había reducido en medio punto porcentual sus previsiones de crecimiento en esa reunión, para llevarlo a una banda del 1,3% al 2% este año.

"Los riesgos de deterioro de las perspectivas económicas se mantienen", agregó Bernanke, quien reiteró la disposición de la Fed a continuar bajando sus tasas si fuera necesario. El banco central "actuará en el momento oportuno y si fuera necesario, para enfrentar esos riesgos", agregó.

Estos comentarios fueron interpretados en general por los mercados como la promesa de una nueva reducción de la tasa directriz -que hoy está fijada en el 3%- en la próxima reunión de la Fed, el 28 de marzo.

El presidente de la Fed comenzó a inquietarse sin embargo por el riesgo de una aceleración de la inflación. "Existen también riesgos de que la inflación aumente, principalmente si los precios de la energía y de la alimentación no bajan o si las empresas repercuten más que lo previsto el alza de los precios de las materias primas o de la debilidad del dólar sobre los clientes", estimó.

"La continuación del aumento de los precios de la energía y de otras materias primas observada en las últimas semanas, asociada a las últimas cifras sobre los precios al consumo, hacen pensar que la inflación podría ser algo superior a nuestras previsiones del último mes", añadió.

La Fed subió a finales de enero sus previsiones de inflación a un margen de entre el 2,1 y el 2,4% para la general de este año y de entre el 2 y el 2,2% para el índice de base (que excluye la alimentación y la energía).

Esta combinación de un crecimiento débil y de una amenaza inflacionaria reavivan el fantasma de la estanflación y plantean un serio dilema al banco central, ya que cada uno requiere en teoría soluciones contradictorias: bajar las tasas para sostener la actividad o subirlas para detener el aumento de precios.

Sin utilizar el término recesión, el jefe de la Fed enumeró una serie de riesgos para la coyuntura estadounidense, que incluyen "la posibilidad de que el mercado inmobiliario residencial o el mercado laboral se deterioren más de lo previsto, o que las condiciones del crédito continúen ajustándose netamente".

La contracción del mercado inmobiliario principalmente debería continuar afectando la actividad "en los próximos trimestres", mientras que los mercados "continúan bajo considerables presiones", advirtió Bernanke.

Las ramificaciones de la crisis inmobiliaria, largamente contenidas, comienzan a hacerse sentir en el resto de la economía, con una desaceleración del consumo y una inversión "sin duda débil" en el primer semestre de 2008 por parte de las empresas, señaló.

Finalmente, Bernanke estimó que la debilidad del dólar tiene un cierto efecto "inflacionario", aunque constató que por ahora los inversores extranjeros no parecen desprenderse masivamente del billete verde.

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