BRUSELAS.- El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, admitió hoy que la Unión Europea no podrá "desacoplarse" de los problemas de la economía de Estados Unidos pese a tener unos fundamentos económicos "más sólidos", y verá considerablemente ralentizado su crecimiento este año.
El Ejecutivo comunitario recortó hasta el 1,8% del producto interior bruto (PIB) la previsión de crecimiento para la eurozona en 2008 y hasta el 2% para el conjunto de la UE, cuatro décimas menos de lo que había pronosticado el pasado noviembre.
La inflación se situará de promedio en el 2,9% en la UE y en el 2,6% en la zona euro --cinco décimas más de lo previsto en noviembre-- por la subida de los precios del petróleo y de los alimentos.
Todas las grandes economías de la UE se verán afectadas por esta reducción de las expectativas de crecimiento.
Almunia explicó que esta revisión a la baja se debe a "la situación en los mercados financieros, con el incremento de la incertidumbre y la restricción de las condiciones de crédito, el enfriamiento de la economía internacional, especialmente en EEUU, y los mayores precios de petróleo y materias primas".
Además, insistió en que predominan los "riesgos a la baja" para este escenario porque las turbulencias podrían continuar más de lo previsto y el crudo puede seguir subiendo.
El Ejecutivo comunitario considera que Estados Unidos no sufrirá una recesión este año sino que acabará creciendo un 1,25%.
"No asumimos como previsión central para la economía de EEUU el escenario de una recesión sino el de una desaceleración muy pronunciada pero con una recuperación a finales en 2008" gracias a los estímulos fiscales y monetarios, explicó el comisario de Asuntos Económicos.
Resaltó que, frente a la fuerte desaceleración en EEUU, las economías emergentes "seguirán funcionando relativamente bien", pero descartó definitivamente que estos países y los Estados miembros de la UE puedan librarse de los problemas norteamericanos y seguir creciendo al mismo ritmo que en 2007.
"No creemos en un desacoplamiento total ni para Europa ni para las economías emergentes", señaló.
"Yo siempre he dicho en los últimos meses y en las últimas semanas que las economías europeas estaban en una situación diferente que la economía norteamericana, no que estarían desacopladas de los problemas de la economía norteamericana o de su evolución negativa. Nunca utilicé la palabra desacoplamiento", insistió Almunia.
Reiteró en cualquier caso que las economías de la UE tienen "fundamentos más sólidos" que la de EEUU desde el punto de vista de la consolidación fiscal, la posición por cuenta corriente, la situación financiera de las empresas o la mejora en los niveles de empleo.
"Esto equipa a las economías europeas con buenas herramientas para capear las turbulencias, pero nunca dije que no estaríamos afectados", afirmó.
Por lo que se refiere a la inflación, Almunia destacó que los últimos incrementos (que la han situado en el 3,2% en la eurozona en enero) se deben sobre todo a las subidas de los precios de los alimentos (0,9% del total) y del petróleo (otro 0,9%).
Ello ha obligado a la Comisión a revisar al alza en cinco décimas la previsión de inflación para este año, hasta situarla en el 2,6% para la zona euro y el 2,9% para el conjunto de la UE.
En todo caso, el comisario de Asuntos Económicos dijo que "los efectos de segunda vuelta sobre la formación de salarios se han contenido hasta ahora" y anunció que el nivel de inflación bajará a finales de año hasta situarse en el 2,5% en la UE y en el 2,1% en la eurozona, "cerca del objetivo del BCE".
No obstante, consideró "preocupante" el incremento de la inflación subyacente y de las expectativas de inflación.
Almunia reiteró que la UE no necesita un paquete de estímulo fiscal similar al adoptado por Estados Unidos para salir de la actual crisis porque ya cuenta con los instrumentos necesarios dentro del marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
En este sentido, señaló que todos los Estados miembros que han consolidado sus finanzas públicas pueden dejar funcionar a los estabilizadores automáticos y compensar así con fondos públicos la reducción de la demanda privada.
También destacó que en los presupuestos para 2008 de los Estados miembros ya está contemplado un estímulo fiscal medio equivalente al 0,4% del PIB.
"Con esto en mente, no veo en general la necesidad de un impulso fiscal adicional", subrayó el comisario.
El Ejecutivo comunitario recortó hasta el 1,8% del producto interior bruto (PIB) la previsión de crecimiento para la eurozona en 2008 y hasta el 2% para el conjunto de la UE, cuatro décimas menos de lo que había pronosticado el pasado noviembre.
La inflación se situará de promedio en el 2,9% en la UE y en el 2,6% en la zona euro --cinco décimas más de lo previsto en noviembre-- por la subida de los precios del petróleo y de los alimentos.
Todas las grandes economías de la UE se verán afectadas por esta reducción de las expectativas de crecimiento.
Almunia explicó que esta revisión a la baja se debe a "la situación en los mercados financieros, con el incremento de la incertidumbre y la restricción de las condiciones de crédito, el enfriamiento de la economía internacional, especialmente en EEUU, y los mayores precios de petróleo y materias primas".
Además, insistió en que predominan los "riesgos a la baja" para este escenario porque las turbulencias podrían continuar más de lo previsto y el crudo puede seguir subiendo.
El Ejecutivo comunitario considera que Estados Unidos no sufrirá una recesión este año sino que acabará creciendo un 1,25%.
"No asumimos como previsión central para la economía de EEUU el escenario de una recesión sino el de una desaceleración muy pronunciada pero con una recuperación a finales en 2008" gracias a los estímulos fiscales y monetarios, explicó el comisario de Asuntos Económicos.
Resaltó que, frente a la fuerte desaceleración en EEUU, las economías emergentes "seguirán funcionando relativamente bien", pero descartó definitivamente que estos países y los Estados miembros de la UE puedan librarse de los problemas norteamericanos y seguir creciendo al mismo ritmo que en 2007.
"No creemos en un desacoplamiento total ni para Europa ni para las economías emergentes", señaló.
"Yo siempre he dicho en los últimos meses y en las últimas semanas que las economías europeas estaban en una situación diferente que la economía norteamericana, no que estarían desacopladas de los problemas de la economía norteamericana o de su evolución negativa. Nunca utilicé la palabra desacoplamiento", insistió Almunia.
Reiteró en cualquier caso que las economías de la UE tienen "fundamentos más sólidos" que la de EEUU desde el punto de vista de la consolidación fiscal, la posición por cuenta corriente, la situación financiera de las empresas o la mejora en los niveles de empleo.
"Esto equipa a las economías europeas con buenas herramientas para capear las turbulencias, pero nunca dije que no estaríamos afectados", afirmó.
Por lo que se refiere a la inflación, Almunia destacó que los últimos incrementos (que la han situado en el 3,2% en la eurozona en enero) se deben sobre todo a las subidas de los precios de los alimentos (0,9% del total) y del petróleo (otro 0,9%).
Ello ha obligado a la Comisión a revisar al alza en cinco décimas la previsión de inflación para este año, hasta situarla en el 2,6% para la zona euro y el 2,9% para el conjunto de la UE.
En todo caso, el comisario de Asuntos Económicos dijo que "los efectos de segunda vuelta sobre la formación de salarios se han contenido hasta ahora" y anunció que el nivel de inflación bajará a finales de año hasta situarse en el 2,5% en la UE y en el 2,1% en la eurozona, "cerca del objetivo del BCE".
No obstante, consideró "preocupante" el incremento de la inflación subyacente y de las expectativas de inflación.
Almunia reiteró que la UE no necesita un paquete de estímulo fiscal similar al adoptado por Estados Unidos para salir de la actual crisis porque ya cuenta con los instrumentos necesarios dentro del marco del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
En este sentido, señaló que todos los Estados miembros que han consolidado sus finanzas públicas pueden dejar funcionar a los estabilizadores automáticos y compensar así con fondos públicos la reducción de la demanda privada.
También destacó que en los presupuestos para 2008 de los Estados miembros ya está contemplado un estímulo fiscal medio equivalente al 0,4% del PIB.
"Con esto en mente, no veo en general la necesidad de un impulso fiscal adicional", subrayó el comisario.
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