lunes, 18 de febrero de 2008

El Círculo de Empresarios advierte de que el superávit podría desaparecer en 2008

MADRID.- El superávit público podría desaparecer o, al menos, sufrirá una "reducción dramática" en 2008, al estar sustentado, no en la contención del gasto público, sino en ingresos de carácter cíclico ligados a la construcción y el consumo interno, que desde el pasado año vienen mostrando una tendencia de desaceleración.

A ello se unen los gastos públicos comprometidos en el último tramo de la legislatura, como las ayudas al alquiler o el 'cheque-bebé' que, además de no cumplir con sus objetivos, no suponen una aportación al crecimiento y estabilidad en la economía y supondrán un "lastre" en el futuro.

Así de tajante se mostró hoy el presidente del Comité de Política Económica del Círculo de Empresarios, Fernando Eguidazu, durante la presentación del estudio 'Reflexiones y propuestas para la próxima legislatura', que la organización publica tradicionalmente en víspera de elecciones generales, y en la que también participó el presidente de la organización, Claudio Boada.

De este modo, los empresarios no confían tanto como el vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, en que el "margen de maniobra" que otorga el superávit permitirá afrontar sin problemas la actual coyuntura de desaceleración.

Para el Círculo de Empresarios, ese margen existe, pero "no se puede dar por garantizado en el futuro próximo". Así, explican que "la desaleceración tendrá una consecuencia importantísima en los ingresos fiscales en el ejercicio en curso", especialmente para las arcas de comunidades autónomas y ayuntamientos.

En este sentido, Eguidazu expresó la necesidad de alcanzar una consolidación fiscal sostenible, en todos lo niveles de la administración, basada en la reducción del tamaño del sector público y en la mejora de la eficiencia del gasto.

A su juicio, esto pasaría por "revisar la distribución de la competencias entre las administraciones territoriales" con criterios de eficiencia y equidad.

En cualquier caso, los empresarios aclararon que España "no está en recesión", sino en un cambio de ciclo marcado por la desaceleración, agravado por las crisis de los mercados financieros y cuyo alcance y duración aún es difícil de prever.

En este contexto, el Círculo de Empresarios llamó a no perder de vista la dos principales amenazas para la sostenibilidad del sistema.

En primer lugar, se refirieron el previsible envejecimiento de la población, para la que el Fondo de Reserva de la Seguridad Social "no parece suficiente", pese a superar ya los 51.000 millones de euros.

Por ello, apostaron por una "reforma profunda del sistema público de pensiones" para mejorar su contributividad y sostenibilidad.

En segundo lugar, Eguidazu mencionó la falta de desarrollo de un sistema definitivo de financiación de las comunidades autónomas y corporaciones locales.

En este punto, consideró necesario acometer una "segunda descentralización", localizada en los ayuntamientos, para definir mejor sus competencias y modernizar sus fuentes de financiación.

Más concretamente, el Círculo apostó por dotar a las corporaciones locales de una "mayor capacidad recaudatoria" mediante una redistribución de los ingresos tributarios en los tres niveles de la administración, aumentando la participación de los ayuntamientos en la recaudación de determinados tributos.

Otra de las fórmulas para el éxito de la economía española pasaría por una buena estructura impositiva que incentive el ahorro, la inversión y el empleo.

Concretamente, el Círculo apostó por equilibrar el peso de los incentivos fiscales al mercado del alquiler, frente a la compraventa de viviendas, reducir el Impuesto sobre Sociedades, dar un tratamiento equitativo de todas las rentas del trabajo y favorecer los sistemas de estimación directa.

Por otro lado, el Círculo consideró que el plano fiscal es el único que permite al Gobierno actuar con inmediatez sobre la actual coyuntura de desaceleración.

Además, consideró que algunas propuestas electorales "apuntan maneras", especialmente, la eliminación del Impuesto sobre el Patrimonio o la rebaja de otros impuestos.

Por otro lado, Eguidazu consideró "insuficientes" las últimas reformas del mercado de trabajo y apuntó la necesidad de reducir la tasa de temporalidad y mejorar el acceso de la mujer al empleo, así como mejorar el "control" e "integración" de los inmigrantes.

Asimismo, instó a introducir mayor flexibilidad en el mercado de trabajo, para lo que pidió mitigar las rigideces existentes en los procesos de negociación colectiva y favorecer la contratación a tiempo parcial. Por último, y ante el envejecimiento de la población, apostó por la prolongación de la vida laboral.

Además, Eguidazu puso sobre la mesa una amplia propuesta de reformas estructurales, cuya condición previa necesaria debería ser una mejora del marco institucional, empezando por una mejora de la "credibilidad" e "independencia" de los órganos reguladores, a cuyo ámbito "se ha extendido indebidamente" la lucha política.

En este punto, los empresarios apostaron también por una simplificación del entramado normativo.

Por último, el Círculo se refirió a la "complicada" situación energética de España, y solicitó un pacto de Estado sobre esta política para garantizar el suministro y abordar la "excesiva" dependencia exterior.

En este punto, indicó que será necesario "considerar la energía nuclear como un elemento clave para garantizar el suministro".

Asimismo, apostó por avanzar en la "liberalización del sector, revisando, entre otros, el sistema tarifario y la organización del mercado, que incluye eliminar trabajas administrativas y distorsiones en los precios y mercados".

Todas estas propuestas no tienen vocación de programa político, según el Círculo de Empresarios, sino que suponen un conglomerado de reformas a medio y largo plazo que deberían haberse acometido desde años y, en todo caso, son una propuesta dirigida al Gobierno que resulte de las elecciones del 9 de marzo, "sea del color que sea y tenga la composición que tenga".

Por ello, no dudó en pedir que se aborden pactos de Estado en las materias que así lo requieran.

Así, desde la organización se lanzó una dura crítica al combate político, lejano a "los temas que importan", establecido entre PP y PSOE, caracterizado por la "crispación", en lugar del "sosiego", y por la "subasta fiscal", en lugar del programa político.

"Nos gustan poco las subastas y nos gustan mucho los programas", proclamó Eguidazu, por lo que se mostró a favor de cualquier propuesta fiscal "coherente".

Además, pidió una "auténtica independencia" de los organismos judiciales, así como su despolitización necesaria para la existencia de seguridad jurídica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario