martes, 5 de febrero de 2008

El G-14 cree que la crisis es 'transitoria' y que no está 'contaminado' por las 'subprime'

MADRID.- El grupo de las catorce principales inmobiliarias (G-14) aseguró que "en ningún momento" ha solicitado al Gobierno una línea de créditos al sector a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), una demanda que, según subrayó, no responde a su ideario ni a las preocupaciones que en este momento tiene el grupo.

El secretario general del G-14, Pedro Pérez, aseveró que "en absoluto" ha negociado con el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero para la obtención de créditos o ayudas públicas.

"Lo que sí tratamos de llevar al ánimo de todo el mundo, administración, entidades privadas, bancos y cajas de ahorro es el deseo de que entre todos hagamos todo lo posible para que la situación de insuficiencia de financiación que están sufriendo los mercados desde el pasado agosto -derivada de la crisis hipotecaria estadounidense por las hipotecas 'subprime'- se solucione lo antes posible y volvamos a la normalidad", remarcó.

Según apuntó, el sector inmobiliario se está enfrentando a una situación de caída de la demanda como consecuencia de la restricción del crédito, entre otros factores, "pero esto no quiere decir que ni el sector ni sus empresas estén en crisis o necesiten solicitar ayudas subvencionadas".
En este sentido, incidió en que el G-14, en el marco de su ideario, "siempre defenderá la reducción de obstáculos y las reformas que faciliten el desenvolvimiento del sector en condiciones normales en el ámbito de la financiación".
"Lo único que hemos venido trasladando a entidades financieras de todo tipo y a las administraciones, no sólo a la central, es la conveniencia de volver a la normalidad en el mercado crediticio", recalcó.
Nueva orden ministerial

En este sentido, Pérez aplaudió la orden ministerial que tiene previsto aprobar Economía para mejorar el acceso de las promotoras a la financiación bancaria, porque "despeja una incertidumbre que ha estado ahí desde el verano".

Señaló que, como consecuencia de una interpretación "no adecuada" de la Ley del Suelo, "los tasadores podían en su objetivo de prudencia llevar a cabo tasaciones considerando que la eventualidad de la expropiación es una eventualidad cotidiana".
"Eso afecta a las empresas inmobiliarias o promotoras porque casi todas tienen suelo en sus carteras y ese activo puede verse afectado en sus posibilidades de financiación y en la valoración en sus balances", agregó.
Conferencia

El secretario general del G-14 pronunció ayer una conferencia sobre la situación actual del sector inmobiliario y de la construcción en la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid, donde atribuyó la caída de las ventas de la vivienda libre al "agotamiento" de una fase en la que la subida de precios ha superado el "umbral para sostener una demanda solvente".
También subrayó que responde a la situación derivada del "tsunami" que supuso la crisis 'subprime', que afectó a la imagen del activo inmobiliario en el mundo y provocó el "cierre" de los mercados financieros, por lo que, según dijo, "las entidades de crédito han tenido que reducir la financiación" a un sector que, según apuntó, requiere de unos volúmenes "significativos de financiación".

En concreto, aseguró que el 37% de la financiación que el sector ha recibido los diez últimos años de media procedía de las entidades bancarias, "con algunos picos del 60%".

"Esto ha agudizado el problema y ha provocado que una tendencia de principios del año pasado se transformara en un cambio abrupto a partir del verano", comentó el secretario general del G-14, que subrayó que en estos momentos en los que la construcción atraviesa una "dificultad", el sector y la administración deben colaborar para "eliminar obstáculos y favorecer el desenvolvimiento futuro del sector más brillante".
Situación transitoria

En cualquier caso, Pérez se mostró convencido de que se trata de una situación "transitoria", entre otros motivos porque el mercado español no fue "contaminado" por los títulos con productos 'subprime'.

En este sentido, consideró que sólo existe una "sana preocupación", porque "la tasa de crecimiento es buena y el sistema financiero es bueno", al tiempo que afirmó que distintos indicadores "favorecen este cambio de coyuntura", como el Euribor o el interés de entidades extranjeras en el mercado hipotecario español.

Durante su intervención, defendió también la necesidad de abordar un "perfeccionamiento" en el procedimiento de transformación del suelo, que no está a disposición de las empresas "en tiempo, forma y precio", así como de alcanzar la "máxima transparencia" en todos los procesos.

Destacó la importancia del sector para la economía española y valoró que, pese a su atomización, cuenta con empresas de tamaño nacional e internacional.
Además, precisó que la actividad internacional de las inmobiliarias se duplicó en 2007, hasta alcanzar los 6.000 millones de euros, una cifra de negocio que el sector prevé elevar este ejercicio hasta los 9.000 ó 10.000 millones de euros.

No obstante, admitió que la situación que atraviesa el sector es en estos momentos "menos brillante" que la de los últimos años, de modo que ha registrado un descenso "significativo" de la actividad desde el pasado verano en el segmento de la vivienda residencial.

Tras apuntar que la actividad terciaria "sigue funcionando muy bien", consideró que el sector no ha respondido de forma "suficiente" a la demanda de vivienda protegida "porque no ha contado con suelo en cantidades necesarias" para ello, por lo que instó a las comunidades autónomas a que "aceleren" los procedimientos de puesta a disposición de esos terrenos.

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