MADRID.- El informe elaborado por el Servicio de Auditoría Interna de la Agencia Tributaria sobre la crisis económica, realiza un exhaustivo repaso a los principales sectores de actividad de las grandes empresas.
En esta detallada radiografía, lo realmente preocupante es que a la desaceleración o recesión reconocida se le añade un futuro desalentador para algunos de estos sectores, al eliminar cualquier atisbo de recuperación en el corto plazo.
Al margen de la desaceleración observada en casi todos los campos de actividad, “la recesión es particularmente intensa en lo que se refiere al sector de la vivienda”, según cita textual del documento. Las ventas se han ceñido a incrementos del 4% y 7% frente al resto de construcciones, que han aumentado a un ritmo del 16%, especialmente en ingeniería civil.
El segmento de la Vivienda se engloba dentro de uno más amplio, el de construcción, en el que no se oculta la notable desaceleración, con dos partes diferentes dentro del año.
El primer trimestre de 2007 estuvo marcado por la prolongación de cierto repunte en la actividad, una bonanza que comenzó a finales de 2006, y se debió fundamentalmente a la obra pública. Posteriormente, según el documento, hubo unos meses en los que se pensó que podía llegar la recuperación, pero finalmente sólo evidenciaron una desaceleración, aunque no tan brusca.
La atonía también ha cogido de lleno a la industria no energética. El análisis de coyuntura referido no oculta un último trimestre muy neagativo para aquellas actividades vinculadas a la inversión que a finales de 2006 y principios de 2007 estaban en pleno auge, y en especial las relacionadas con los materiales de construcción, “arrastradas por el mal momento de ésta”.
Las industrias manufactureras, que prolongaron los excelentes resultados de 2006, también empeoraron a final de año. Tan sólo las actividades del sector metalúrgico, químico y la industria de la alimentación -y gracias a las exportaciones- se beneficiaron de cierta recuperación, pero no por mucho tiempo.
Pero el negocio de las grandes empresas durante 2007 sigue arrojando indicadores negativos en aquellas compañías que se dedican al comercio minorista, sector turístico y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
El cuarto trimestre fue especialmente adverso para el comercio minorista, lo que confirmó los peores augurios. La caída del consumo fue el detonante, de tal modo que las ventas de las grandes superficies, han descendido hasta las tres décimas.
En esta detallada radiografía, lo realmente preocupante es que a la desaceleración o recesión reconocida se le añade un futuro desalentador para algunos de estos sectores, al eliminar cualquier atisbo de recuperación en el corto plazo.
Al margen de la desaceleración observada en casi todos los campos de actividad, “la recesión es particularmente intensa en lo que se refiere al sector de la vivienda”, según cita textual del documento. Las ventas se han ceñido a incrementos del 4% y 7% frente al resto de construcciones, que han aumentado a un ritmo del 16%, especialmente en ingeniería civil.
El segmento de la Vivienda se engloba dentro de uno más amplio, el de construcción, en el que no se oculta la notable desaceleración, con dos partes diferentes dentro del año.
El primer trimestre de 2007 estuvo marcado por la prolongación de cierto repunte en la actividad, una bonanza que comenzó a finales de 2006, y se debió fundamentalmente a la obra pública. Posteriormente, según el documento, hubo unos meses en los que se pensó que podía llegar la recuperación, pero finalmente sólo evidenciaron una desaceleración, aunque no tan brusca.
La atonía también ha cogido de lleno a la industria no energética. El análisis de coyuntura referido no oculta un último trimestre muy neagativo para aquellas actividades vinculadas a la inversión que a finales de 2006 y principios de 2007 estaban en pleno auge, y en especial las relacionadas con los materiales de construcción, “arrastradas por el mal momento de ésta”.
Las industrias manufactureras, que prolongaron los excelentes resultados de 2006, también empeoraron a final de año. Tan sólo las actividades del sector metalúrgico, químico y la industria de la alimentación -y gracias a las exportaciones- se beneficiaron de cierta recuperación, pero no por mucho tiempo.
Pero el negocio de las grandes empresas durante 2007 sigue arrojando indicadores negativos en aquellas compañías que se dedican al comercio minorista, sector turístico y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
El cuarto trimestre fue especialmente adverso para el comercio minorista, lo que confirmó los peores augurios. La caída del consumo fue el detonante, de tal modo que las ventas de las grandes superficies, han descendido hasta las tres décimas.
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