viernes, 29 de febrero de 2008

La economía europea sufre, pero resiste la desaceleración mundial

BRUSELAS.- La confianza de los hogares y las empresas continúa cayendo en la Eurozona, aunque la economía europea muestra señales de resistencia frente a la desaceleración mundial, lo que contribuye a alimentar la espectacular apreciación del euro ante el dólar.

El índice de confianza económica, que resume la opinión de los empresarios y los consumidores, bajó nuevamente en febrero, situándose en 100,1 puntos (1,6 puntos menos que en enero), su nivel más bajo desde diciembre de 2005, según un informe difundido este viernes.

Inscrita en un movimiento de deterioro que comenzó a mediados del año pasado, esta caída, más importante de lo previsto por los analistas, es una nueva señal de desaceleración de la actividad, en especial en el sector de los servicios.

"La nueva caída de la confianza económica en la zona euro en febrero a su nivel más bajo de los últimos 25 meses pone en evidencia los riesgos cada vez más fuertes para el crecimiento" comentó un experto en economía del instituto Global Insight, Howard Archer.

Según este analista, las razones de la situación son "el deterioro del ambiente económico mundial, el endurecimiento de las condiciones de crédito, las turbulencias en los mercados financieros, el euro fuerte y los precios récord del petróleo".

Aemás, la zona euro (que actualmente comparten quince países de la Unión Europea) sufre una fuerte inflación, confirmada en un 3,2% interanual para febrero, su nivel más alto de los últimos diez años.

La combinación de alza de precios al consumidor y desaceleración de la actividad hace temer un escenario de "estanflación" (estancamiento en el crecimiento más inflación).

La Comisión Europea revisó a la baja la semana pasada sus previsiones de crecimiento para la Eurozona en 2008, a 1,8% del PIB (Producto Interior Bruto), al tiempo que elevó su pronóstico de inflación a 2,6%.

Pero a pesar de estas cifras que anticipan una desaceleración más fuerte de lo previsto, Europa también muestra señales de resistencia frente a la conyuntura mundial adversa.

Entre las buenas noticias, el índice de desempleo en la zona euro permaneció sin cambios en enero en 7,1%, su nivel histórico más bajo desde que comenzaron las mediciones de este tipo en 1993, según cifras publicadas el viernes.

Este resistencia a las turbulencias no se observa en Estados Unidos, donde las solicitudes semanales de beneficios por desempleo aumentaron en 19.000 en la semana de 23 de febrero.

La economía de Estados Unidos había perdido 17.000 empleos en enero, en el primer declive en ese sector desde agosto de 2003.

Otra señal alentadora para Europa es que las ventas minoristas en Alemania, el motor económico del Viejo Continente, aumentaron en enero 0,6%, según cifras también publicadas el viernes.

En su conjunto, estos buenos indicadores europeos contribuyen a alimentar la espectacular apreciación del euro, que esta semana batió un nuevo récord histórico y superó el umbral de 1,52 dólares.

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