jueves, 21 de febrero de 2008

La UE reduce la estimación de crecimiento en España

BRUSELAS.- En medio del fuerte recorte de su estimación de crecimiento para la zona euro en 2008, la Comisión Europea también redujo este jueves su previsión de expansión económica para España, situándola al 2,7% del PIB, con una inflación en aumento que llegaría al 3,7%.

La expectativa del crecimiento español para 2008 se ha reducido drásticamente en menos de un año, ya que Bruselas apostaba en noviembre pasado por el 3%, tras haber estimado en mayo pasado que sería del 3,4%.

"En 2008, y a pesar de una robusta expansión en el último trimestre de 2007, el crecimiento del PIB debería desacelerarse a 2,7%", indicó la Comisión Europea en sus previsiones económicas interinas de febrero presentadas este jueves.

"Este se explica por la desacelaración de la demanda doméstica a raíz de una caída de la confianza del consumidor, un enfriamiento del sector de la vivienda y condiciones crediticias más duras debidas a la crisis financiera", agregó Bruselas.

La Comisión estimó en noviembre pasado que el crecimiento español debería caer al 2,3% en 2009, lo que significaría que por primera vez en más de cinco años el alza del PIB (Producto Interior Bruto) de España se colocaría en un nivel similar al de la media de la Eurozona.

Pero por el momento España seguirá creciendo por encima de esa media, ya que Bruselas redujo este jueves su previsión de crecimiento de la Eurozona en 2008 a 1,8% del PIB (contra 2,2% antes), a raíz de la crisis financiera mundial, la desaceleración económica en Estados Unidos y el precio del petróleo.

La Comisión espera para 2008 un crecimiento del 1,6% en Alemania, el 1,7% en Francia y apenas el 0,7% en Italia.

Para España el principal problema hoy en día es la inflación, ya que Bruselas espera un fuerte aumento de sus precios al consumidor, al 3,7% interanual, en lugar del 2,9% estimado en su anterior previsión.

Según el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, la inflación española está vinculada con la "transmisión del impacto de la política monetaria en una economía que tiene un proceso de crecimiento muy fuerte" y con las "tensiones inflacionistas de carácter más bien estructural en los sectores protegidos de la competencia exterior", como los servicios.

De todos modos, la Comisión también afirmó que, como el conjunto de la Eurozona, la economía española sufre el "incremento de los precios de la energía y los alimentos", que mantienen en estado de alerta al Banco Central Europeo (BCE), temeroso de una estampida inflacionista.

La inflación interanual en la zona euro alcanzó el 3,2% en enero, su nivel más alto de los últimos diez años, con un alza de 4,4% en España, en momentos en que los europeos se encuentran cada vez más preocupados por la caída de su poder adquisitivo.

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