jueves, 14 de febrero de 2008

Trichet defiende una solución armonizada entre EEUU y Europa a las turbulencias financieras

FRANCFORT.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, subrayó que la solución a las actuales turbulencias financieras debe ser global y, particularmente, armonizada entre las dos principales economías a ambos lados del Atlántico.

En el transcurso de su intervención en un simposio sobre 'Integración financiera y mercados de capital en Europa" en la sede del BCE en Francfort, Trichet hizo hincapié en la "absoluta necesidad" de trabajar muy activamente y muy unidos para extraer las enseñanzas apropiadas de la actual corrección del mercado, y afirmó que "vivimos tiempos desafiantes, y los principales desafíos están relacionados con el sector financiero".

Por otro lado, el máximo responsable de la política monetaria de la eurozona volvió a recordar que desde 2006 ya había advertido a la comunidad internacional de la significativa infravaloración del riesgo en las finanzas globales.

"Habíamos advertido mucho tiempo antes de que ocurriera de manera explícita y pública a las instituciones y mercados para que se preparasen de cara a una corrección, que era tanto inevitable como necesaria", dijo Trichet.

El presidente del BCE indicó la necesidad de un "significativo cambio cultural, tanto nacional como a nivel global" que se podría resumir en la necesidad de mayor transparencia, así como de una visión holista del sistema financiero y una postura anticíclica, puesto que un gran número de medidas y reglas, así como de los comportamientos del público y de las instituciones privadas tienden a ser procíclicos, lo que amplifica los 'booms' y las caídas propias de los ciclos.

Por otro lado, el presidente del BCE destacó el importante papel de los diferentes esquemas de protección de los depósitos bancarios a la hora de dotar al sistema financiero de la necesaria estabilidad y reducir el riesgo de pánico bancario.

En este sentido, Trichet apuntó que un mal diseño de la protección de los depósitos bancarios en el que no exista suficiente claridad o sólo una cobertura parcial de los depósitos de los pequeños ahorradores podría abrir la puerta a la aparición de episodios de "pánico bancario".

El máximo responsable de la política monetaria de la eurozona valoró la oportunidad de acabar con la protección parcial para pequeños depósitos, puesto que afirmó que la experiencia reciente sugiere que puede reintroducir incentivos para que se produzcan retiradas masivas de depósitos de los pequeños ahorradores, aunque admitió que el cambio de modelo implica unos significativos costes de transición.

Asimismo, Trichet animó a los países de la zona euro para que lleven a cabo la armonización de los diferentes reglamentos de protección de depósitos de cara a fomentar la integración bancaria transfronteriza.

Las leyes europeas fijan en 20.000 euros la cantidad mínima que debe estar garantizada, aunque hay países que elevan esta protección hasta los 103.000 euros.

En el pasado mes de septiembre, los clientes del banco británico Northern Rock acudieron en masa a retirar sus ahorros de la entidad al conocerse que el banco de Newcastle había recurrido a financiación de emergencia del Banco de Inglaterra, puesto que en aquel momento las leyes británicas sólo garantizaban la devolución de las primeras 2.000 libras esterlinas, lo que fue modificado posteriormente por el Tesoro británico hasta elevar la cobertura a 35.000 libras esterlinas.


El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Lucas Papademos, demandó a las instituciones financieras y al resto de partícipes del mercado una mayor transparencia y mejores prácticas a la hora de revelar la valoración de sus productos estructurados y sus pérdidas de cara a fortalecer la resistencia del sistema financiero y mejorar la confianza necesaria para restaurar el normal funcionamiento de los mercados.

Durante su intervención en el simposio de mercados de capital organizado por el BCE en Francfort, Papademos destacó también la necesidad de que tanto los responsables de política monetaria como los participantes del mercado mejoren sus prácticas de gestión de riesgos, así como de control interno.

"Las necesarias acciones deberían ser tomadas por las instituciones financieras y por otros partícipes del mercado que tienen claros incentivos para mejorar la confianza y restaurar el normal funcionamiento de los mercados", indicó el vicepresidente del BCE, quien apuntó que la plena puesta en práctica de Basilea II contribuirá a "mejorar la transparencia y la gestión del riesgo".

En este sentido, Papademos afirmó que los rápidos avances en la innovación e integración financiera no se han visto acompañados por una adecuada apreciación y gestión del riesgo, ni por una suficiente disciplina del mercado.

"La turbulencia refleja parcialmente esta divergencia entre innovación e integración financiera por un lado, y la gestión efectiva del riesgo y una disciplina del mercado por otro. Una brecha que debe ser reparada, aunque de una manera apropiada", indicó.

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