sábado, 8 de marzo de 2008

Aznar acusa al Gobierno de "mirar a otro lado" ante una crisis económica "que podía haber evitado"

MADRID.- El ex presidente del Gobierno José María Aznar acusó al Ejecutivo socialista de "mirar a otro lado" ante una crisis económica que "se veía venir" y que, a su juicio, "podía haber evitado".

"En España hay quien no ha querido enterarse de que llegaban momentos complicados", apuntó.

Así lo aseguró Aznar durante el discurso de inauguración del Foro Global sobre Competitividad de la Universidad Georgetown que se celebró en el Casino de Madrid y donde estuvo arropado por su esposa, la delegada de Medio Ambiente y segunda teniente de alcalde de la capital, Ana Botella.

En su alocución, el otrora jefe del Ejecutivo aseguró que "en ningún sitio del mundo gusta ver los problemas", y aprovechó esta afirmación para criticar al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que tampoco lo haya hecho y haya decidido "mirar a otro lado".

"La economía española ha entrado en este momento en una crisis que se podía haber evitado --sostuvo Aznar--. Sin embargo, aquí ha habido quien no ha querido enterarse de que llegaban momentos complicados, que se veían venir".

El presidente de honor del PP achacó al Gobierno socialista el crecimiento del gasto público y de los impuestos, la reducción de la libertad económica, la ausencia de reformas estructurales, la interferencia en la vida de las empresas y el deterioro de los organismos reguladores económicos, y le responsabilizó de que ello "empiece a pasar factura a las familias y a las empresas españolas".

Según expuso al público asistente, en España hay actualmente "300.000 desempleados más que hace cuatro años, el doble de inflación, el triple de déficit exterior y el nivel de presión fiscal más alto de los últimos 30 años", una situación que tildó de "complicada" para el futuro de España.

"En nuestro país --dijo-- los problemas han venido cuando nos hemos cerrado a nosotros mismos y cuando nos hemos dedicado a hurgar en nuestra Historia en vez de buscar sólidas ambiciones de futuro".

De hecho, destacó que la Historia "ha demostrado" que cuando España da "un gran salto", como ocurrió con la entrada en la Unión Europea o en la Unión Monetaria, el país es más próspero y acaba convirtiéndose "en la octava potencia económica del mundo".

Aunque admitió que existen "otros factores" y que España afronta "por primera vez" una crisis económica "desde la posición de un país rico", Aznar auguró que la actual situación va a traer "consecuencias económicas desconocidas".

"¿Cuál va a ser la reacción de un país que ha recibido entre cuatro y cinco millones de inmigrantes en los últimos años si éstos son los primeros en padecer las consecuencias del desempleo?, planteó.

En cualquier caso, el también presidente de FAES, quien presumió de que "alguna gente" le achaque "épocas de éxito económico en España", dijo tener "la receta" para afrontar el actual momento por el que atraviesa el país.

"España, como Europa, necesita otras políticas económicas y creo que en la era de la globalización, a la que no tengo ningún miedo, el camino adecuado es la libertad económica, menos gasto público, menos impuestos, menos intervencionismo gubernamental y más libertad de empresa", enumeró.

Además, subrayó la necesidad de bajar el IRPF y los impuestos que afectan a las empresas, de recuperar los incentivos fiscales a la investigación y el desarrollo para mejorar la competitividad y de proteger a los ciudadanos con organismos reguladores independientes

Asimismo, el ex presidente del Gobierno abogó por el desarrollo de reformas estructurales, empezando con las laborales, que incentiven la contratación y la aceptación de los empleos, así como por la puesta en marcha de otras reformas "de mucho más calado" que conlleven a que el Estado de Bienestar garantice a sus ciudadanos accesos a servicios de educación, salud, atención a la dependencia y guarderías "en comunión con el sector privado".

También destacó la importancia de llevar a cabo una reforma del actual sistema educativo español para "reforzar" el mérito, el esfuerzo, el respeto por el profesor, la calidad de la enseñanza y la libertad de elección de los padres.

Aznar concluyó su discurso apostando por "poner la casa en orden" para poder afrontar así el futuro económico de España porque, en su opinión, del desorden económico "sólo nacerá el desorden político".

"Los hechos me darán la razón", sentenció.

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