martes, 4 de marzo de 2008

El BCE se apresta a mantener tasas a pesar del euro

FRANCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) desea esperar hasta el segundo trimestre para recortar sus tasas de interés, a pesar del alza imparable del euro que perjudica a la economía y reactiva las críticas contra la institución.

Los precios al consumo aumentaron un 3,2% interanual en febrero, bastante más del umbral de tolerancia del BCE, situado en un poco menos del 2%. Además, el alza de los precios del petróleo alimenta las tensiones inflacionistas.

Al mismo tiempo, los barómetros de confianza, tanto los realizados frente a industriales como frente a los consumidores, señalan un declive de la coyuntura en Europa. No hay pocos peligros: Estados Unidos está al borde de una recesión, el crecimiento mundial se desacelera, los consumidores no parecen estar en condiciones de seguir gastando como antes.

Los economistas aguardan que el BCE revise el jueves a la baja sus previsiones de crecimiento económico para este año.

El euro fuerte, que bate récord tras récord y evoluciona actualmente en torno a los 1,52 dólares, arroja una sombra más al panorama y el presidente del BCE, el francés Jean-Claude Trichet, será posiblemente consultado sobre este tema en la conferencia de prensa que sigue a la reunión del consejo de gobernadores.

El lunes por la noche en Bruselas, Trichet se limitó a repetir anteriores declaraciones. Es "muy importante" que Estados Unidos se pronuncie a favor de un "dólar fuerte", declaró.

El alza de la divisa europea desespera a los industriales del Viejo Continente porque encarece el precio de sus productos para la exportación y los coloca en desventaja frente a sus competidores.

La perspectiva de nuevas bajadas de las tasas estadounidenses alimenta la brecha en el tipo de cambio y desvía a los inversores de las colocaciones en dólares, menos lucrativas. La principal tasa de interés de la Fed está fijada actualmente en el 3%.

El BCE enfrenta cada vez más críticas. "El problema del euro es que el BCE, que hace bien su trabajo para contener la inflación, es super poderoso: no tiene contrapeso político en la persona de un verdadero ministro europeo de finanzas que estaría a cargo del crecimiento", dijo el francés Dominique Strauss-Kahn, director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), al diario Le Monde.

La crítica de Strauss-Kahn es recurrente en funcionarios franceses de todos los colores. En estos últimos meses, los franceses han acusado varias veces al BCE de favorecer el alza del euro al aumentar ocho veces consecutivas las tasas de interés entre diciembre de 2005 y junio de 2007. También le reprochan su obsesión en la lucha contra la inflación en detrimento del impulso al crecimiento.

El BCE tiene no obstante la prioridad de velar por la estabilidad de los precios, según afirma el Tratado de Maastricht. El presidente del Eurogrupo -que reúne a los ministros de Finanzas de la zona euro- el luxemburgués Jean-Claude Juncker, refutó el lunes las críticas del jefe del FMI.

El comisario europeo para Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, también saltó al apoyo del BCE, al considerar que éste lleva a cabo "un muy buen trabajo".

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