viernes, 7 de marzo de 2008

El freno de la economía española centra la campaña electoral

MADRID.- La economía española, afectada por la ralentización mundial y por el tope alcanzado en el sector de la construcción, se ha convertido en el tema central de la campaña para las elecciones del 9 de marzo que hoy acaba.

España ha conseguido en estos años mejorar los principales indicadores: el crecimiento pasó del 3,1% en 2003 al 3,8% en 2007, año en que se registró un superávit presupuestario (2,23%) por tercer año y en alza.

En diciembre el país superó a Italia en Producto Interior Bruto (PIB) por habitante, según la Comisión Europea.

El desempleo, del 11,5% en 2004, fue del 8,3% en 2006 e incluso se consiguió bajar la inflación, tradicional caballo de batalla español, casi al 2% recomendado por la Unión Europea (UE).

Pero el freno de la economía mundial por la crisis de los 'subprime' en Estados Unidos y el imparable ascenso de los precios del petróleo también han hecho mella en España, donde el desempleo volvió a subir tres puntos en 2007 y la inflación llegó al 4,3%, en sintonía con el resto de Europa.

A finales de los 90 y comienzos de los 2000, el crecimiento español se cimentó en las inversiones en la construcción, sector ya antes preponderante, y proliferaron las empresas constructoras.

Ahora, algunas han cerrado y el desempleo se ha cebado en ese sector (+12,8% en diciembre), a lo que hay que sumar la fuerte subida de intereses de las hipotecas.

A partir de 2003, con las tasas de interés europeas en su nivel más bajo (2%), subió la compra de viviendas, casi todas a tasa variable, en un momento en que el precio de éstas se disparó.

Muchos dedicaron gran parte del sueldo a pagar el préstamo, pero los intereses han subido hasta un 4% y empieza a haber familias con el agua al cuello para devolverlo.

Y desde mediados de septiembre cada vez hay más impagos y embargos de pisos.

En 2007 la concesión de préstamos bajó un 5,1% respecto a 2006, prestándose una media de 149.000 euros (223.500 dólares, un 6,2% más), a una tasa de interés media del 4,7% y a pagar en una media de 26 años, ambas cifras en alza.

Y esto en un país con una renta media anual de 22.000 euros pero con cada vez más trabajadores con estudios universitarios llamados 'mileuristas' (su sueldo no llega a mil euros mensuales) y con el salario mínimo en los 600 euros -de los últimos de la zona euro-, frente a los 1.500 de Luxemburgo, 1.200 en Francia y ... los 92 euros de Bulgaria.

La inflación ha hecho que la leche lidere las subidas de precios de los alimentos con un 25,85%.

Con todo esto no extraña que la confianza de los consumidores haya caído durante los últimos nueve meses.

Ante este panorama, el PP propone eximir de impuestos a quienes ganen menos de 16.000 euros anuales, además de apostar por la creación de 2,2 millones empleos.

Y los sindicatos van más allá y piden diversificar las inversiones y por ende los empleos.

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