MADRID.- El Ministerio de Economía y Hacienda valoró hoy como "muy positivos" los resultados obtenidos tras la aprobación por el Consejo Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) de la reforma de su fórmula para el reparto de poder en el seno de la institución que permite a España incrementar su cuota al 1,69% y ser el país desarrollado que gana más capacidad de voto, al pasar de un 1,38% a un 1,63%.
Con esta propuesta de reforma, que deberá ser refrendada el próximo 12 de abril en Washington por la Asamblea de Gobierno del FMI, el Ministerio de Economía considera que el problema de infrarrepresentación de muchos países, entre ellos España, se subsana en cierta medida.
En concreto, España pasa a tener una cuota dentro del FMI del 1,69%, frente al 1,40% que había mantenido anteriormente, mientras que su capacidad de voto será del 1,63% desde el 1,38% anterior. De este modo, España es el sexto país que más incrementa su poder de voto, sólo por detrás de China, Corea, India, Brasil y México, mientras que en términos de cuota es el octavo país más beneficiado, sólo por detrás de los cinco países emergentes anteriormente citados, a los que se suman Japón y EEUU.
"España lleva sufriendo un problema de infrarrepresentación desde su entrada en 1956. Por lo tanto, esta propuesta supone un paso importante dentro de los objetivos del Gobierno español de incrementar nuestra presencia y representatividad en los organismos multilaterales internacionales, al tiempo que se mejora también la voz y el voto de los países emergentes y de los más pobres", explica el Ministerio en un comunicado.
Asimismo, la nota subraya que para España, la propuesta de reforma es muy positiva, ya que muestra que el FMI vuelve a recobrar capacidad de adaptación en su estructura de gobierno y los países más dinámicos se ven recompensados, aunque de forma gradual.
En conjunto, los resultados de la propuesta de reforma provocan que 54 países vean incrementada su cuota y 135 su poder de voto. El acuerdo supone también una importante mejora en el reparto del voto para los países menos avanzados, ya que se triplican los votos básicos y se establece un mecanismo automático para que el peso de los votos básicos no se diluya con incrementos futuros de cuotas.
Además se otorga un director alterno adicional a las sillas que representan a los países del África Subsahariana, lo que de nuevo favorece a los países más pobres y con menores niveles de representación.
Con esta propuesta de reforma, que deberá ser refrendada el próximo 12 de abril en Washington por la Asamblea de Gobierno del FMI, el Ministerio de Economía considera que el problema de infrarrepresentación de muchos países, entre ellos España, se subsana en cierta medida.
En concreto, España pasa a tener una cuota dentro del FMI del 1,69%, frente al 1,40% que había mantenido anteriormente, mientras que su capacidad de voto será del 1,63% desde el 1,38% anterior. De este modo, España es el sexto país que más incrementa su poder de voto, sólo por detrás de China, Corea, India, Brasil y México, mientras que en términos de cuota es el octavo país más beneficiado, sólo por detrás de los cinco países emergentes anteriormente citados, a los que se suman Japón y EEUU.
"España lleva sufriendo un problema de infrarrepresentación desde su entrada en 1956. Por lo tanto, esta propuesta supone un paso importante dentro de los objetivos del Gobierno español de incrementar nuestra presencia y representatividad en los organismos multilaterales internacionales, al tiempo que se mejora también la voz y el voto de los países emergentes y de los más pobres", explica el Ministerio en un comunicado.
Asimismo, la nota subraya que para España, la propuesta de reforma es muy positiva, ya que muestra que el FMI vuelve a recobrar capacidad de adaptación en su estructura de gobierno y los países más dinámicos se ven recompensados, aunque de forma gradual.
En conjunto, los resultados de la propuesta de reforma provocan que 54 países vean incrementada su cuota y 135 su poder de voto. El acuerdo supone también una importante mejora en el reparto del voto para los países menos avanzados, ya que se triplican los votos básicos y se establece un mecanismo automático para que el peso de los votos básicos no se diluya con incrementos futuros de cuotas.
Además se otorga un director alterno adicional a las sillas que representan a los países del África Subsahariana, lo que de nuevo favorece a los países más pobres y con menores niveles de representación.
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