MADRID.- Parece incontrovertible la idea de que para conseguir un buen puesto y labrarse un futuro en la vida, es preciso formarse bien. Generaciones de padres españoles legaron a sus hijos sus esforzados ahorros para pagarles los estudios. Sin embargo, esta tendencia universal del desarrollo humano empieza a torcerse en España.
Los resultados del euroíndice laboral Adecco-Iese, realizado en colaboración por expertos de ambas entidades, ponen de manifiesto que España emplea al mayor número de trabajadores de baja cualificación de Europa; consecuentemente, España es con Portugal el país que menos ocupados tiene con educación secundaria completa, mientras que el 43,4% de sus empleados carecen de ella.
¿Se está produciendo en España la escandalosa paradoja de que estudiar sea más un obstáculo que una ventaja para encontrar trabajo? El hecho es que, mientras en la Europa de los 25 se destruye o apenas se genera empleo para personas con menor nivel educativo, España ha creado 327.000 de estos puestos (uno de cada cuatro) en los dos últimos años debido al protagonismo de sectores como la construcción o la hostelería.
Debido a ese mismo protagonismo, la crisis del sector de la construcción y la desaceleración económica afectan principalmente a esta parte tan representativa de los ocupados españoles. El estudio señala que España ha sido el único país que ha visto aumentar su número de parados (un 6,5% interanual, el mayor incremento en 5 años), el que más ha desacelerado el ritmo de creación de empleo (un 2,4% interanual, el menor en 13 años) y el que ha tenido un incremento de la población activa más fuerte (un 2,7% interanual).
Y las previsiones para junio son de consolidación de esta tendencia negativa, tanto en España —con mayor intensidad— como en Europa. De hecho, nuestro país está introduciendo palos entre las ruedas del carro europeo, pues si bien lideró hasta 2006 la contratación de mano de obra, ahora es la responsable de la desaceleración, ya que, si se excluye a España del grupo de países analizados, el estudio arroja los mejores datos de contratación en Europa desde 2001.
Los resultados del euroíndice laboral Adecco-Iese, realizado en colaboración por expertos de ambas entidades, ponen de manifiesto que España emplea al mayor número de trabajadores de baja cualificación de Europa; consecuentemente, España es con Portugal el país que menos ocupados tiene con educación secundaria completa, mientras que el 43,4% de sus empleados carecen de ella.
¿Se está produciendo en España la escandalosa paradoja de que estudiar sea más un obstáculo que una ventaja para encontrar trabajo? El hecho es que, mientras en la Europa de los 25 se destruye o apenas se genera empleo para personas con menor nivel educativo, España ha creado 327.000 de estos puestos (uno de cada cuatro) en los dos últimos años debido al protagonismo de sectores como la construcción o la hostelería.
Debido a ese mismo protagonismo, la crisis del sector de la construcción y la desaceleración económica afectan principalmente a esta parte tan representativa de los ocupados españoles. El estudio señala que España ha sido el único país que ha visto aumentar su número de parados (un 6,5% interanual, el mayor incremento en 5 años), el que más ha desacelerado el ritmo de creación de empleo (un 2,4% interanual, el menor en 13 años) y el que ha tenido un incremento de la población activa más fuerte (un 2,7% interanual).
Y las previsiones para junio son de consolidación de esta tendencia negativa, tanto en España —con mayor intensidad— como en Europa. De hecho, nuestro país está introduciendo palos entre las ruedas del carro europeo, pues si bien lideró hasta 2006 la contratación de mano de obra, ahora es la responsable de la desaceleración, ya que, si se excluye a España del grupo de países analizados, el estudio arroja los mejores datos de contratación en Europa desde 2001.
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