sábado, 8 de marzo de 2008

Goodyear utilizará maíz para el relleno biológico de sus neumáticos de nueva generación

NUEVA YORK.- El fabricante de neumáticos Goodyear ha emprendido un proyecto de investigación para el uso de materiales biológicos y cultivos renovables como el maíz en el desarrollo de productos de relleno biológicos para sus neumáticos de nueva generación.

Se trata, según la compañía, de una iniciativa para desarrollar neumáticos de resistencia ultra baja a la rodadura, empleando recursos respetuosos con el medio ambiente, y en la que trabaja en colaboración con dos socios: la empresa italiana de investigación Novamont y el fabricante de coches alemán BMW.

Para llevarla a cabo, la Comisión Europea ha concedido a Goodyear una subvención económica para el desarrollo de esta innovadora iniciativa, un apoyo que forma parte del programa medioambiental de la Unión Europea 'LIFE'.

"Este proyecto es una de las iniciativas de Goodyear para desarrollar productos con un reducido impacto medioambiental, sin comprometer la seguridad del conductor", declaró en este sentido el vicepresidente para el Desarrollo Global de Productos y Operaciones de los Centros Técnicos de Goodyear, Joe Zekoski.

"Uno de los principales objetivos del proyecto es desarrollar un nuevo relleno 'biológico' como alternativa a los productos de relleno usados tradicionalmente en los neumáticos", explicó.

"Este nuevo relleno, que se fabricará a partir de recursos renovables como el almidón de maíz, tendría un importante efecto en el medio ambiente y llevaría a una reducción de las emisiones de CO2 durante su proceso de producción", añadió.

Actualmente, el negro de humo y la sílice son los componentes de refuerzo más usados en los compuestos de caucho de los neumáticos. Los procesos de producción de ambos requieren de recursos no renovables como el petróleo crudo y generan emisiones de CO2. Ahora, Goodyear apuesta por una nueva generación de productos biológicos de relleno.

la idea es reemplazar parcialmente los componentes de refuerzo no renovables del caucho por rellenos bio-poliméricos, basados en recursos renovables y, al mismo tiempo, conseguir una reducción sustancial --hasta del 30%-- de la resistencia a la rodadura del neumático, reduciendo así la emisión de CO2 y el consumo de carburante.

Los primeros resultados muestran que el proceso de producción del nuevo relleno biológico tiene un balance de emisión de CO2 más positivo: por cada kilogramo de relleno biológico fabricado, se ahorra 0,62 kilogramos de CO2.

El reemplazo de un 20% en peso de la sílice comporta una reducción de la emisión de CO2 del neumático de hasta 8,2 gramos por kilómetro, con una reducción de la resistencia a la rodadura del 30%.

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