CASTELLÓN.- BP Oil Refinería de Castellón cerró el ejercicio de 2007 con una facturación de 5.400 millones de euros y un balance "positivo" en todas sus líneas estratégicas, "pese a un entorno macroeconómico complicado debido a la caída de los márgenes de refino en el área del Mediterráneo, el debilitamiento del dólar frente al euro y el significativo aumento de la inflación en el sector de la industria pesada", según explicó hoy el director general de la Refinería, Jorge Lanza.
Además, BP Oil Refinería de Castellón ocupó el primer lugar en disponibilidad operativa (98.3 por ciento) en comparación al resto de refinerías del Grupo BP, situándose una vez más dentro del grupo compuesto por el 5 por ciento de las refinerías más eficientes del mundo.
Lanza destacó la "alta conciencia" de ahorro energético que tiene la Refinería de Castellón, que obtuvo un índice de consumo energético durante el 2007 de un 71 por ciento de media de la industria de refino mundial, es decir, un consumo energético menor en un 29 por ciento que la media internacional de refinerías con una configuración similar.
Durante 2007, la Refinería procesó 4 millones de toneladas de crudo procedente de países productores como Rusia, Nigeria y México. De dicha materia prima, se obtuvo la siguiente distribución de productos: gasoil (42 por ciento), gasolinas (25 por ciento), fueloil (19 por ciento), asfaltos (7 por ciento), keroseno (4 por ciento) y LPG (3 por ciento).
La parada general programada que se realizó entre los meses de mayo y julio, en la que se invirtieron 35 millones de euros, influyó directamente en el menor procesamiento de crudo y producción obtenida.
"En esta parada se cumplió con las previsiones en seguridad, calidad, plazos y coste, además de contar con un gran trabajo e implicación de toda la plantilla", apuntó el director general, quien destacó que durante la misma, el 80 por ciento de la plantilla de la Refinería estuvo involucrada y contó con la participación de 50 empresas contratistas (externos).
Este tipo de parada programada se realiza cada 4 ó 5 años para revisar las unidades y los equipos, efectuar labores de mantenimiento e implantar los últimos avances tecnológicos que permiten optimizar los procesos de trabajo y la seguridad de la planta.
En el aspecto de la seguridad, BP Oil se propone mantener unos resultados de cero accidentes así como el cuidado de los "Basics" (la atención a la planta, la disponibilidad y la optimización).
En este sentido, y con motivo del Proyecto Coker, BP Oil Refinería de Castellón cuenta con el 'Programa Cero Accidentes', que consiste en integrar cuatro "pilares básicos" en la prevención de riesgos laborales: formación, procedimientos de trabajo, revisiones e inspecciones.
En materia medioambiental, Lanza resaltó la obtención de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) para el proyecto del Coker, otorgada por la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda.
"Esta autorización revalida la gestión ambiental y de seguridad de toda la refinería, incluyendo este nuevo proyecto, y fue obtenida tras la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable otorgada por el Ministerio de Medio Ambiente", añadió. Asimismo, el Ayuntamiento de Castellón otorgó a la Refinería la Licencia de Actividad y de Obras.
Entre los proyectos "clave" para el 2008, el director general de la Refinería se refirió a la Unidad de Coquerización Retardada (Coker), que ha supuesto una inversión cercana a los 300 millones de euros y creará más de 100 puestos de trabajo fijos, (lo que supone un 30 por ciento de la plantilla actual) además de entre 150 y 200 indirectos.
Esta nueva unidad, que se prevé comience a funcionar a finales de año, supone para BP un "cambio estratégico" del proceso productivo, ya que aumentará la producción de gasóleo de automoción, un carburante del que el mercado español importa un 30 por ciento.
El Proyecto Coker incorpora una nueva Unidad de Cogeneración Eléctrica de 25 megavatios (MW) que utiliza como fuente de energía el gas generado en el propio proceso de refinamiento del crudo además de gas natural, combustibles que producen unas emisiones de CO2 muy bajas.
Este tipo de unidad es una herramienta "eficiente" para ahorrar energía y perseguir los objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) reemplazando así el consumo de electricidad. La Refinería ha invertido en este proyecto 35 millones de euros y podría estar en marcha en 2010, señaló Lanza.
Preguntado por la denuncia interpuesta ante la Fiscalía de Castellón contra la Refinería por supuestamente construir sin permisos, Lanza manifestó que esto es "absolutamente falso", dado que la empresa dispone de todas las licencias necesarias. "No estoy preocupado por este tema.
"Entiendo que la Fiscalía abra un expediente cuando se produce una denuncia, porque no le queda más remedio, pero ya han comprobado que todo está en orden, por lo que estoy seguro de que se cerrará", auguró.
Además, BP Oil Refinería de Castellón ocupó el primer lugar en disponibilidad operativa (98.3 por ciento) en comparación al resto de refinerías del Grupo BP, situándose una vez más dentro del grupo compuesto por el 5 por ciento de las refinerías más eficientes del mundo.
Lanza destacó la "alta conciencia" de ahorro energético que tiene la Refinería de Castellón, que obtuvo un índice de consumo energético durante el 2007 de un 71 por ciento de media de la industria de refino mundial, es decir, un consumo energético menor en un 29 por ciento que la media internacional de refinerías con una configuración similar.
Durante 2007, la Refinería procesó 4 millones de toneladas de crudo procedente de países productores como Rusia, Nigeria y México. De dicha materia prima, se obtuvo la siguiente distribución de productos: gasoil (42 por ciento), gasolinas (25 por ciento), fueloil (19 por ciento), asfaltos (7 por ciento), keroseno (4 por ciento) y LPG (3 por ciento).
La parada general programada que se realizó entre los meses de mayo y julio, en la que se invirtieron 35 millones de euros, influyó directamente en el menor procesamiento de crudo y producción obtenida.
"En esta parada se cumplió con las previsiones en seguridad, calidad, plazos y coste, además de contar con un gran trabajo e implicación de toda la plantilla", apuntó el director general, quien destacó que durante la misma, el 80 por ciento de la plantilla de la Refinería estuvo involucrada y contó con la participación de 50 empresas contratistas (externos).
Este tipo de parada programada se realiza cada 4 ó 5 años para revisar las unidades y los equipos, efectuar labores de mantenimiento e implantar los últimos avances tecnológicos que permiten optimizar los procesos de trabajo y la seguridad de la planta.
En el aspecto de la seguridad, BP Oil se propone mantener unos resultados de cero accidentes así como el cuidado de los "Basics" (la atención a la planta, la disponibilidad y la optimización).
En este sentido, y con motivo del Proyecto Coker, BP Oil Refinería de Castellón cuenta con el 'Programa Cero Accidentes', que consiste en integrar cuatro "pilares básicos" en la prevención de riesgos laborales: formación, procedimientos de trabajo, revisiones e inspecciones.
En materia medioambiental, Lanza resaltó la obtención de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) para el proyecto del Coker, otorgada por la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda.
"Esta autorización revalida la gestión ambiental y de seguridad de toda la refinería, incluyendo este nuevo proyecto, y fue obtenida tras la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable otorgada por el Ministerio de Medio Ambiente", añadió. Asimismo, el Ayuntamiento de Castellón otorgó a la Refinería la Licencia de Actividad y de Obras.
Entre los proyectos "clave" para el 2008, el director general de la Refinería se refirió a la Unidad de Coquerización Retardada (Coker), que ha supuesto una inversión cercana a los 300 millones de euros y creará más de 100 puestos de trabajo fijos, (lo que supone un 30 por ciento de la plantilla actual) además de entre 150 y 200 indirectos.
Esta nueva unidad, que se prevé comience a funcionar a finales de año, supone para BP un "cambio estratégico" del proceso productivo, ya que aumentará la producción de gasóleo de automoción, un carburante del que el mercado español importa un 30 por ciento.
El Proyecto Coker incorpora una nueva Unidad de Cogeneración Eléctrica de 25 megavatios (MW) que utiliza como fuente de energía el gas generado en el propio proceso de refinamiento del crudo además de gas natural, combustibles que producen unas emisiones de CO2 muy bajas.
Este tipo de unidad es una herramienta "eficiente" para ahorrar energía y perseguir los objetivos de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) reemplazando así el consumo de electricidad. La Refinería ha invertido en este proyecto 35 millones de euros y podría estar en marcha en 2010, señaló Lanza.
Preguntado por la denuncia interpuesta ante la Fiscalía de Castellón contra la Refinería por supuestamente construir sin permisos, Lanza manifestó que esto es "absolutamente falso", dado que la empresa dispone de todas las licencias necesarias. "No estoy preocupado por este tema.
"Entiendo que la Fiscalía abra un expediente cuando se produce una denuncia, porque no le queda más remedio, pero ya han comprobado que todo está en orden, por lo que estoy seguro de que se cerrará", auguró.
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