lunes, 3 de marzo de 2008

La zona euro se enfrenta a un menor crecimiento y a inflación

BRUSELAS.- La zona euro enfrenta una desaceleración económica gradual, mostraron los últimos datos, pero también hay presiones inflacionaras que probablemente hagan que el Banco Central Europeo (BCE) sea reticente a recortar pronto sus tasas de interés, según los economistas.

El índice de gerentes de compras (un indicador conocido como PMI por sus siglas en inglés) del sector manufacturero de la zona euro de las firmas RBS/NTC para febrero confirmó que, si bien evoluciona de manera distinta a lo largo de la zona euro de 15 miembros, la actividad manufacturera se desacelera.

Esto se observa especialmente en España, Italia e Irlanda.

Sin embargo, al mismo tiempo, la oficina de estadística de la Unión Europa (UE), Eurostat, estimó que la inflación de la zona euro continuó en un récord de 3,2 por ciento en febrero.

Además, el sondeo del PMI mostró que los precios cobrados a puerta de fábrica subieron al ritmo más fuerte en casi un año, indicando presiones inflacionarias en gestación.

La desaceleración del crecimiento y la alta inflación subrayan el dilema de tasas que enfrenta el BCE en su próximo encuentro de fijación del costo del crédito, el 6 de marzo, cuando también emitirá sus nuevas proyecciones para la expansión y la inflación de la zona euro.

Los economistas decían que si bien los datos del PMI indican que el crecimiento del primer trimestre estará en torno a los niveles del cuarto trimestre, esto podría no ser suficiente como para requerir un recorte de tasas en el corto plazo.

"Esto está bien por debajo del crecimiento potencial de la economía, pero no es lo suficientemente débil como para provocar recortes de tasas del BCE, especialmente dado que la inflación sigue muy alta y las tasas del BCE están cerca del nivel neutral", dijo Javier Pérez de Azpillaga, un economista de Goldman Sachs.

El BCE, que quiere mantener la inflación apenas debajo del 2 por ciento, ha advertido que actuará si los precios de los alimentos y la energía, que ahora impulsan la subida de precios en general, presionan a los salarios y los costos de otros sectores, algo que denomina efectos de segunda ronda.

También quiere mantener contenidas las expectativas de inflación, que conforman las tendencias de los precios a futuro.

"El BCE seguirá preocupado por el hecho de que cuanto más tiempo sigue la inflación principal arriba del 3 por ciento, mayor será el riesgo de que esto se traslade para tener efectos de segunda ronda", dijo Howard Archer, economista de Global Insight.

"El BCE teme que las mayores expectativas de inflación y un mercado laboral más ajustado puedan derivar en acuerdos salariales con incrementos significativos este año", dijo Archer.

Los datos de la semana pasada mostraron que la tasa de desempleo de la zona euro se ubicó en un mínimo récord de 7,1 por ciento, en momentos en que los sindicatos de Alemania, la mayor economía del bloque, negocian sus acuerdos salariales.

Los indicadores del lunes se conocen también en momentos en que los ministros de Finanzas de la zona euro tienen programado reunirse para una discusión mensual de la situación económica, junto con el presidente del BCE Jean-Claude Trichet.

Los mercados prevén que el BCE recortará su proyección del crecimiento para este año a alrededor de la cifra prevista por la Comisión Europea, de 1,8 por ciento, contra 2,7 por ciento en 2007, mientras que al mismo tiempo elevará su estimación de la inflación.

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