miércoles, 12 de marzo de 2008

Medidas para una economía en horas bajas / Gregorio Bustamante

Los tres días transcurridos desde que las urnas decidieron el nombre del nuevo inquilino de la Moncloa, inevitablemente consumidos por Rodríguez Zapatero en celebraciones, en recibir parabienes de aquí y de allá y en realizar moderadas declaraciones sobre sus intenciones futuras, deben dejar paso sin tardar a la resolución de los graves problemas económicos pendientes de la anterior legislatura, que no son pocos, según se aprecia día a día.

La progresiva desaceleración -petróleo, subprime, caída de la construcción y subida del euro cabalgan como nuevos jinetes sobre la economía-, con la pérdida de actividad empresarial y el fuerte incremento del paro requieren un tratamiento de choque inmediato para taponar brechas y recolocar en empleos alternativos a los trabajadores expulsados del mercado desde hace varios meses, especialmente en los sectores de la vivienda y en servicios.

Con independencia del plan de choque laboral, que ya ha sido retrasado (Gobierno y agentes sociales aún no se han puesto de acuerdo en el alcance y duración), el nuevo gabinete parece obligado a tomar medidas estructurales, sobre todo en el mercado de trabajo para potenciar la productividad en las empresas, mejorar la competitividad exterior con el fomento de nuevas tecnologías y un mayor desarrollo de la investigación, actividad en las que seguimos estando muy lejos de la media europea.

Pero el nuevo equipo económico, que controlará Pedro Solbes y en el que volverá a estar la mayor parte de sus colaboradores de los últimos años, habrá de establecer de forma inmediata el calendario de actuaciones para luchar contra lo que se nos viene encima, después del largo paréntesis electoral que ha dejado en un segundo plano las iniciativas inversoras.

Al margen de las acciones prioritarias (impulso a la construcción de viviendas protegidas, aumento de las licitaciones en obras públicas, rebaja de ciertos impuestos, o desregulación de sectores sin apenas competencia y con precios de productos y servicios elevados) el equipo de Solbes deberá afrontar otros asuntos espinosos, simplemente apuntados o deficientemente resueltos tiempo atrás y necesitados de reformas: inmigración, dependencia, pensiones, etc. Esperemos que el nuevo clima político de acercamiento y consenso entre PP y PSOE alcance también a los grandes temas económicos. El incierto futuro que se avecina parece requerirlo más que nunca.

www.laverdad.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario