miércoles, 26 de marzo de 2008

Trichet desconoce si ha pasado lo peor de la crisis

BRUSELAS.- El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dijo el miércoles que es demasiado pronto para saber si lo peor de la crisis crediticia ha pasado.

"No diría que hemos dejado atrás lo peor. No diría nada, pero es una corrección de mercado muy significativa y continuada", expresó ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.

El BCE ha inyectado fondos adicionales en sus subastas para proporcionar liquidez al sistema financiero. Pero esto no ha impedido que los tipos del mercado suban a medida que se aproxima el final del primer trimestre y los bancos son reacios a prestarse dinero.

"Hasta que las condiciones de los mercados inmobiliarios estadounidenses muestren señales de mejora, la posibilidad de sostenidas tensiones en los mercados de créditos estructurados no puede descartarse", afirmó.

Trichet pidió que las instituciones financieras revelen "en su totalidad" las exposiciones fuera de sus balances, y que los supervisores aseguren que los bancos "conserven colchones adecuados de capital y liquidez".

"Los grandes bancos del espacio del euro probablemente vean presionados sus ingresos por una menor actividad de los mercados de créditos estructurados", dijo, pero en cambio destacó que "varios años de rentabilidad han dejado al sector bancario en una posición financiera fuerte para hacer frente al bache del ciclo crediticio".

También destacó otros aspectos positivos, como que las tasas de paro "han caído a unos niveles que no se veían en 25 años".

El presidente del Banco Central Europeo se mostró preocupado además por el posible impacto de la fortaleza del euro sobre el crecimiento económico de Europa.

"La volatilidad excesiva y los movimientos desordenados de los tipos de cambio son indeseables para el crecimiento económico", añadió.

El euro ha marcado nuevos récord contra el dólar en semanas recientes ya que los temores a una recesión en Estados Unidos se han combinado con los problemas de los mercados hipotecarios de alto riesgo y del crédito para reducir el valor del dólar.

La moneda única ha subido alrededor de un siete por ciento contra el dólar este año, por encima de la ganancia de más de un 12 por ciento acumulada en 2007.

La fortaleza del euro se debe en parte a que el BCE ha dejado las tasas de interés sin cambios en el 4,0 por ciento ante la creciente inflación, aunque muchos economistas prevén un alivio de la política monetaria más adelante este año.

Trichet añadió que las bandas de previsiones del BCE se han revisado a la baja, "reflejando una demanda global más floja, una mayor presión de los precios de las materias primas y unas condiciones de financiación menos favorables que las vistas en diciembre".

El BCE "sigue fuertemente comprometido" para evitar riesgos alcistas para la estabilidad de precios a medio plazo, ya que la inflación sigue en "niveles relativamente altos", por encima del tres por ciento, mientras que se espera que siga "significativamente por encima del dos por ciento durante gran parte del año.

Trichet dijo que hay una fuerte presión alcista para la inflación en el corto plazo por los recientes aumentos en los precios de la energía y los alimentos.

"En períodos de crisis de transición (...) si no aprendemos las lecciones del pasado, nos encontraremos con los mismos problemas de la primera crisis del petróleo".

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