domingo, 2 de marzo de 2008

Wall Street corre riesgo de tambalearse con las cifras de empleo

NUEVA YORK.- En medio de los rumores de estanflación, la Bolsa de Nueva York estará la semana que viene pendiente del estado de la economía estadounidense, particularmente del informe sobre el mercado de trabajo, uno de los indicadores de la vitalidad de la actividad económica.

Durante esta semana, marcada por un aumento de la inflación y un descenso del crecimiento a su nivel más bajo desde 2002, el índice principal Dow Jones perdió un 0,92%, para terminar con 12.266,39 puntos.

También el Nasdaq, que cuenta con un fuerte componente tecnológico, conoció una semana gris, con un retroceso del 1,38%, para cerrar en 2.271,48 puntos, mientras que el índice ampliado Standard and Poor's 500 cedió un 1,66% y terminó con 1.330,62 unidades.

En contrapartida, el mercado de títulos sobresalió: el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años bajó hasta el 3,534%, en comparación con el 3.790% del viernes anterior y los de 30 años siguieron la misma estela del 4,582% hace una semana al 4,420%.

En relación con el desastroso mes de enero, Wall Street resistió mejor los embates de febrero. El Dow Jones tan sólo cedió en su balance mensual un 3,03%, frente al 4,03% del mes anterior, el Nasdaq un 4,95% (9,89% en enero) y el S&P un 3,47% (6,12%).

No obstante, el mercado neoyorquino registró su cuarto mes consecutivo de descensos. "La confianza ha desaparecido, las cosas van verdaderamente mal", explicó un experto.

Mientras, el barril de petróleo superó la barrera histórica de los 103 dólares y la divisa estadounidense se hundió a 1,52 unidades por euro, su nivel más bajo desde el estreno de la moneda europea, en 1999.

"¿Cómo explicar que a pesar de la garantía de una bajada de las tasas de interés, los inversores venden (las acciones) en vez de comprar?", se pregunta otro analista. El miércoles y el jueves, el presidente del banco central estadounidense (Fed), Ben Bernanke, dejó claramente abierta la puerta a un nuevo abaratamiento del precio del dinero para estimular la actividad económica.

Tradicionalmente, señalan los analistas, la eventualidad de una reducción de las tasas de interés favorecen el dinamismo de la Bolsa. Sin embargo, la estanflación (combinación de estancamiento del crecimiento e inflación alta) se ha convertido en el nuevo temor de los inversores, que sospechan que la Fed se encuentra en una situación de incertidumbre, entre bajar demasiado sus tasas y permitir el alza de la inflación o no bajarlas y hacer entrar a la economía en recesión.

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