domingo, 20 de abril de 2008

Brasil culpa a los subsidios de UE y EEUU de la falta de alimentos

BRASILIA.- El ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Celso Amorim, dijo que son los subsidios europeos y estadounidenses y no los biocombustibles, los que perjudicaron la producción de alimentos en el mundo, en respuesta a una declaración del director gerente del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn.

"Realmente, lo que perjudica la producción de alimentos en los países pobres, vamos a ser claros, es la existencia de los subsidios y las barreras en los países ricos", dijo Amorim a periodistas.

"Lo que la comunidad internacional debería estar discutiendo es la eliminación total de los subsidios a la agricultura europea y de Estados Unidos porque (...) lo que impidió el crecimiento de la producción de alimentos en países africanos, en países sudamericanos, son los subsidios, no los biocombustibles", afirmó.

"Que me conste, nadie dejó de producir alimentos en África para producir biocombustibles. Antes no producían alimentos y continúan sin producirlos porque los subsidios agrícolas de Europa y de Estados Unidos impiden que eso ocurra", concluyó.

Amorim (en la imagen) respondió así a una declaración del director gerente del FMI, que estimó que producir biocombustibles a partir de alimentos plantea "un verdadero problema moral" en momentos en que los países pobres se enfrentan a una grave crisis alimentaria.

Strauss-Kahn "debe estar pensando en los biocombustibles en Europa, de donde él viene", ironizó Amorim.

"El ejemplo más claro y nítido que existe de que ese discurso está equivocado es Brasil, donde la producción de etanol aumentó junto con la producción de alimentos", aseguró.

El tema de los biocombustibles, muchos de los cuales usan como materia prima productos alimentarios -maíz, caña de azúcar, colza- divide las opiniones en el mundo y se ha convertido en un asunto polémico en el actual contexto de alza de los precios mundiales de cereales y otros alimentos básicos.

Brasil, líder mundial junto a Estados Unidos en la producción de etanol que genera con caña de azúcar, defiende la producción de biocombustibles en países pobres como fuente de renta, y asegura que ésta es perfectamente compatible con la producción de alimentos.

Brasil, que critica que Estados Unidos y Europa tasen la importación de su bioetanol, lidera también el llamado Grupo de los 20 (G20) países en desarrollo que reclama el fin de los subsidios agrícolas de los países ricos.

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva también fustigó las críticas a los biocombustibles al inaugurar en Brasilia la 30 Conferencia Regional de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO): "esa polémica entre alimentos y biocombustibles yo no la acepto", dijo Lula.

"El verdadero crimen contra la humanidad será descartar a priori los biocombustibles, y relegar a los países estrangulados por la falta de alimentos y energía a la dependencia y la inseguridad", dijo el mandatario brasileño.

Fue una alusión directa al relator especial de la ONU para el derecho a la alimentación, el suizo Jean Ziegler, quien consideró "un crimen contra la humanidad" la producción masiva de biocarburantes.

Lo que ha dicho Strauss-Khan

El director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, estimó en París que producir biocombustible a partir de alimentos plantea "un verdadero problema moral", en momentos en que los países pobres se enfrentan a una grave crisis alimentaria.

Strauss-Kahn afirmó que el hecho de producir biocombustible a partir de productos alimentarios planteaba "un verdadero problema moral" cuando los países pobres están afectados por una crisis alimentaria.

Cuestionado sobre si estaba de acuerdo en que se suspendan o se reflexione sobre los biocombustibles, Strauss-Kahn respondió positivamente, pero precisó que ello debería producirse "cuando (se) utilizan productos alimentarios".

"El problema (energético) del planeta, que es muy importante pero que no se resolverá con los biocombustible, pues los motores de hidrógenos serán mucho más eficaces de aquí unos años, debe compararse con el hecho de que la gente va a morir de hambre", alegó.

Esta toma de posición del director general del FMI contribuye a la polémica que se plantea en torno a la producción de combustibles a partir de materias primas alimentarias.

"Los biocombustibles son un tema mundial de debate, porque tiene implicaciones en el área de energía, medio ambiente y agricultura", señaló Guilherme Schuetz, oficial de agroindustria de la FAO y coordinador del grupo de bioenergía.

"La producción agrícola con fines alimentarios debe ser claramente prioritaria", aseguró el ministro francés de Agricultura, Michel Barnier, al proponer una iniciativa europea frente al aumento de precios de las materias primas y la crisis alimentaria.

El relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación, el suizo Jean Ziegler, calificó la producción masiva de biocombustibles de "crimen contra la Humanidad" por su impacto en los precios mundiales de los alimentos, en declaraciones a una radio alemana.

Ziegler unió su voz a los críticos de este recurso, que afirman que el uso de tierras fértiles para producir cultivos destinados a fabricar biocarburantes ha reducido las superficies destinadas a los alimentos, desencadenando así la inflación de los productos alimenticios.

"El verdadero crimen contra la Humanidad será descartar a priori a los biocombustibles, y relegar a los países estrangulados por la falta de alimentos y energía a la dependencia y la inseguridad", afirmó también el presidente brasileño, Luiz Inacio da Silva, al inaugurar en Brasilia la XXX Conferencia Regional de la FAO.

Brasil es el mayor exportador mundial de biocombustible a base de etanol, detrás de Estados Unidos, con 22.000 y 28.000 millones de litros en 2007 respectivamente.

Mientras Estados Unidos elabora el combustible a partir del maíz, Brasil lo hace mayormente a partir de la caña de azúcar, y sus dirigentes argumentan que no por eso ha dejado de ser un gran productor y exportador de alimentos.

La producción de biocombustibles debe tener en cuenta el derecho a la alimentación y la seguridad alimentaria de los pueblos, recomendaron por su parte los 33 países latinoamericanos y caribeños asistentes a la Conferencia Regional de la FAO en Brasil.

Insistiendo en el problema de la crisis alimentaria, el director general del FMI se mostró bastante pesimista.

"En lo que se refiere a los motines del hambre, lo peor está por venir (...) todo esto es extremadamente grave", destacó Strauss-Kahn, para quien la crisis alimentaria conlleva "riesgos de guerra".

1 comentario:

  1. Existen herramientas en la Web para el control de precios de los alimentos, como el Observatorio de Precios de Internet. No es Cybersyn pero es una idea, no?
    Disponible en Supercomprador.es

    ResponderEliminar