Un empleado del Fondo Monetario Internacional (FMI) de cada cinco, un 50% más que lo esperado, es candidato a dejar el empleo, dijo el director gerente de la institución, Dominique Strauss-Kahn.
En total, 591 empleados de los 2.900 quieren beneficiarse del plan de retiro voluntario ofrecido para reducir la masa salarial del Fondo, que acumula sucesivos déficits, afirmó.
La cifra supera largamente los 380 puestos que planeaba suprimir el ex ministro de Finanzas francés, en el marco de una reducción del 13,5% de los gastos de funcionamiento de la organización en un plazo de tres años.
Para atenuar el impacto de la cifra, que sugiere una desmotivación del personal, Strauss-Kahn destacó las condiciones ventajosas ofrecidas y las jubilaciones anticipadas.
La dirección del FMI propone indemnizaciones equivalentes a cerca de un año y medio de salario, según fuentes cercanas a la institución. En el FMI entre 100 y 150 funcionarios se acogen anualmente a la jubilación, precisó.
"La buena noticia es que con esto se evita toda una fase de despidos y da margen para contratar con nuevas calificaciones", consideró Strauss-Kahn.
El número de los candidatos a dejar el FMI, que tenían plazo hasta el 21 de marzo para manifestarse, permitirá aumentar "sustancialmente" la cifra de 380 supresiones de empleos, anunció sin suministrar la nueva meta.
Apenas unos 100 o 125 voluntarios, sobre el total de 591 serán obligados a quedarse, precisó el FMI en un comunicado.
Esta cifra complementaria servirá en particular para contratar "desde septiembre" especialistas en finanzas y en mercados, en el marco de un fortalecimiento de la especialización del Fondo en estos dominios, explicó DSK.
"Ninguna otra institución estaría en condiciones de trabajar con los vínculos entre el sector financiero y la economía real", había considerado en la asamblea semestral del Fondo, a mediados de abril: "Ese es el problema hoy".
Paradójicamente el flujo de candidatos al retiro se produce en el momento en que la reforma de la institución, decidida en marzo, recibe gran apoyo entre sus accionistas.
El proyecto, que deberá otorgar más poder a los países emergentes, debía ser aprobado por un mínimo de 85% de los votos de los 185 Estados miembros, pero llegó al 92,93%, informó el martes el FMI.
"Un voto de esta naturaleza, tanto por su participación como por su mayoría abrumadora, es una muestra del fortalecimiento de la legitimidad de la institución", comentó Strauss-Kahn.
"Esto deja muy desvalorizada la posición de los que decían que la reforma no era interesante para los países en desarrollo ni para los emergentes. Por el contrario, todos ellos votaron masivamente, incluso América Latina, y también Africa y Asia", declaró.
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