lunes, 14 de abril de 2008

Francia y EEUU aumentan la presión ante el riesgo de crisis alimentarias

LUXEMBURGO.- Las crisis alimentarias que amenazan al planeta desencadenaron este lunes llamamientos a la movilización internacional, como el lanzado por Francia a la Unión Europea para que aumente su producción agrícola, mientras Estados Unidos prometió urgentes medidas de ayuda.

"En un mundo donde va a ser necesario producir más y mejor para alimentar a 9.000 millones de habitantes, hay necesidad (de los esfuerzos) de todos y también de Europa", dijo el ministro francés de Agricultura, Michel Barnier, en una reunión con sus homólogos de la Unión Europea (UE) en Luxemburgo. Barnier recordó el "contexto grave de crisis", marcado por violentas protestas en Haití y países de África. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió el fin de semana de que si la inflación continúa subiendo, "cientos de miles de personas van a morir de hambre".

El ministro francés, cuyo país es el principal productor europeo, se manifestó a favor de que la UE siga siendo "una potencia agrícola fuerte" y no reduzca su presupuesto en ese sector a partir de un recorte de las subvenciones, como reclama Gran Bretaña.

Según Barnier, es necesario "producir para alimentar", una forma de decir que la UE debe limitar el lugar de los biocarburantes extraídos de vegetales -que los 27 se comprometieron a desarrollar para luchar contra el cambio climático-, a fin de no reducir los cultivos alimentarios.

Francia quiere "reorientar las ayudas al desarrollo y a la cooperación (de la UE) hacia la agricultura", un sector que "desde hace 30 años" ha quedado al margen de las prioridades europeas, afirmó.

Esta toma de posición de Francia se produce en un momento en que el bloque efectúa un "examen médico" de su Política Agrícola Común (PAC), con su alto presupuesto en juego, y cuando París aprovechará su presidencia de turno de la UE durante el segundo semestre de 2008 para actualizar la discusión sobre el lugar de la agricultura en la política europea.

Gran Bretaña ha manifestado estar de acuerdo con Francia en la necesidad de actuar ante el aumento de los precios alimentarios, aunque prefiere una iniciativa a escala internacional, más allá del ámbito comunitario.

La actual movilización contra el hambre "no debe consistir en resistir a la reforma de la PAC o en presionar a favor de una política más proteccionista", afirmó un diplomático europeo.

Francia también quiere aprovechar la coyuntura para que la UE endurezca su posición en las negociaciones sobre la liberalización de los intercambios internacionales en la Organización Mundial del Comercio (OMC), en las que Europa se encuentra bajo presión para reducir sus ayudas agrícolas y sus barreras aduaneras.

El aumento de la inquietud también se dejó sentir este lunes en Estados Unidos. El presidente George W Bush está "muy preocupado" y el país debería anunciar medidas específicas en los próximos días, dijo la portavoz de la Casa Blanca.

Esas palabras llegaron después del llamamiento del Banco Mundial a una intervención urgente. El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió por su parte sobre las "terribles consecuencias" que conllevará mayores aumentos de la inflación, con "cientos de miles de personas que morirán de hambre".

Este lunes, el relator especial de la ONU para el derecho a la alimentación, Jean Ziegler, dijo que el planeta se encamina "hacia un largo período de revueltas" relacionadas con el aumento de precios y las penurias. Ziegler afirmó que la producción masiva de biocarburantes potenciada por Estados Unidos y la UE como alternativa a los hidrocarburos constituye "un crimen contra la humanidad", dado que tiende a sustituir los cultivos alimentarios y alienta el aumento de precios.

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