miércoles, 9 de abril de 2008

Incompatible con la verdad / Carmen Tomás

Todas las expectativas han quedado defraudadas. No es que hubiera esperanzas de que Zapatero reconociera ante los españoles la gravedad de la situación.

Pero, sinceramente algo más sí se esperaba. Los españoles lo necesitan. No hay nada más defraudante que no te digan la verdad. No te puedes preparar y eso es el más elemental derecho.

Zapatero, una vez más, ha mentido a los españoles sobre la realidad de la situación económica.

Sigue instalado en un discurso económico que poco tiene que ver con la realidad. Sigue en la nube y ahora sí que con todos los datos en la mano. Se lo ha dicho muy claro Mariano Rajoy. Ya han pasado las elecciones. Ya debe usted decir la verdad y afrontar el problema con medidas realistas y a ser posible certeras.

El presidente sigue hablando de desaceleración coyuntural, de una situación transitoria. Y esto es sencillamente faltar a la verdad. Asegura que las dificultades las vamos a superar porque la economía española es fuerte.

Nada más lejos de la realidad. Con los problemas externos o sin ellos, que los hay, España hubiera tenido dificultades en cualquier caso. España no goza en estos momentos de fundamentos robustos. El principal motor de la economía, la construcción, está parado; el consumo se ha desacelerado, los precios están desorbitados y lo más importante, tenemos un diferencial insostenible con nuestros socios y ante todo tenemos un déficit exterior más que preocupante.

Para Zapatero, la gran baza es el supéravit. Sin embargo, no nos cuenta que de los 20.000 millones, la mitad es de la Seguridad Social, un 25 por ciento de las Comunidades Autónomas y que el resto es mínimo para hacer frente ni a la mitad de las promesas ya contraídas.

No dice, por ejemplo, que no hay dotación para el aumento de las prestaciones por desempleo ni para tantas otras cosas a las que habrá que hacer frente con la bajada de la actividad. Ni una palabra sobre las previsiones irreales ni sobre los presupuestos en vigor, cuyo parecido con lo que deberían ser dada la situación es pura coincidencia. Ni en ingresos ni en gastos.

Casi nada de lo anunciado por Zapatero se dirige al origen de los problemas. En algunos casos incluso ahondará en la crisis. En su opinión, la solidaridad arreglará todo, porque el gasto público no se tocará. Estamos de nuevo en ‘zapaterolandia’. Todo hace pensar que a este paso perderemos la oportunidad de cambiar el modelo de crecimiento, de abordar las reformas estructurales que la economía española necesita y que la han hecho y la hacen vulnerable.

No se si tendremos un país muy solidario y muy decente como nos propone. Pero, seguro, que lo que no tendremos es bienestar. Muchos españoles no llegan a fin de mes, otros tantos se quedarán en el paro, miles de empresas lo pasarán mal. Y las soluciones no llegan, porque no se hace el análisis de la enfermedad.

Se lo están diciendo desde todos los frentes. El Gobierno no lo reconoce, pero quien pagará y con creces la ceguera, la irrealidad del Gobierno serán todos los españoles.

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