lunes, 7 de abril de 2008

Juncker, de la zona euro, hablará de divisas con Bush

BRUSELAS.- El líder de los ministros de economía de la zona euro, Jean-Claude Juncker, dijo el lunes que hablaría con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sobre la volatilidad en los mercados de divisas y sobre el alza récord del euro frente al dólar.

Juncker expresó preocupación sobre la alta inflación en las 15 naciones de la zona euro, a pesar de la esperada desaceleración en el crecimiento económico de este año.

"El miércoles por la tarde me estaré reuniendo con el presidente Bush en Washington y hablaré sobre este mismo tema", dijo Juncker a los legisladores en el parlamente europeo, refiriéndose a los vaivenes en los mercados de divisas extranjeras que han golpeado al dólar.

"Yo conozco a Bush y él me conoce a mí, por lo que estoy seguro que mencionaremos estos temas. Estoy seguro de que estaremos conversando sobre los problemas monetarios que hay a ambos lados del Atlántico", dijo.

Juncker repitió que no existían planes para una acción coordinada internacional sobre el mercado de divisas extranjeras, agregando que cualquier acción unilateral podría estar condenada al fracaso.

La reunión de Juncker con Bush precederá las conversaciones en Washington entre los banqueros y ministros de finanzas del Grupo de las Siete naciones más ricas, el viernes y sábado.

Las fuertes ganancias del euro contra el dólar en 2007 y 2008 han provocado quejas de algunos políticos europeos y de muchas industrias que están luchando para competir internacionalmente.

"Las tasas de cambio deberían reflejar de mejor manera los fundamentos económicos y deberíamos repetir que no apreciamos la excesiva volatilidad de las monedas", dijo Juncker, repitiendo el mensaje de los ministros de finanzas de la zona euro.

Juncker dijo que el crecimiento en la zona del euro también sufriría, pero no tanto como en Estados Unidos, por lo que no debería haber las mismas respuestas fiscales y monetarias.

La Reserva Federal de Estados Unidos ha estado recortando las tasas de interés muy agresivamente, mientras que el Banco Central Europeo ha mantenido firme su principal tasa en un 4,0 por ciento debido a las preocupaciones sobre la inflación.

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