domingo, 6 de abril de 2008

La CEOE es contraria a que el Estado ayude a las grandes constructoras en apuros

MADRID.- El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, anunció hoy que la patronal pedirá al Gobierno que, dentro del plan de recolocación presentado a los agentes sociales, se incluya la medida de recolocar a los parados de la construcción en la rehabilitación de los cascos urbanos más antiguos y en el reacondicionamiento y reforma de toda la red de conducción de agua del conjunto de España.

Díaz Ferrán demandó al Ejecutivo medidas de "calado" para hacer frente al desempleo entre los trabajadores de la construcción como consecuencia de la desaceleración del sector, y apostó por esta alternativa, ya que, según dijo, se produciría una "traslación exacta" entre los puestos de trabajo que quedarían vacantes en la construcción residencial y el número de empleos necesarios para acometer estas obras de rehabilitación.

Además, dijo que esta propuesta, que conllevaría la firma de convenios entre la Administración central y los ayuntamientos y comunidades autónomas, se podría adoptar de "manera inmediata", dado que los plazos para llevar a cabo estas obras son mucho menores que, por ejemplo, la construcción de una autopista.

En concreto, el presidente de la patronal señaló que los desempleados de la construcción podrían dedicarse en los próximos años a la rehabilitación de oficinas, viviendas o edificios históricos de cascos urbanos antiguos, y al reacondicionamiento de la red de traslado de agua de toda España que, debido al mal estado que sufre, provoca la pérdida de entre el 30% y el 40% de las reservas de agua en un momento de "problemas de agua en toda España".

"Estas medidas darían mucha mano de obra y no habría que esperar plazos tan largos como crear una nueva autopista, que no solucionaría nada para el problema en 2008 y en 2009", subrayó Díaz Ferrán, quien precisó que para llevar a cabo estos proyectos tan sólo serían necesarias las licencias municipales y autonómicas y los convenios ofrecidos por la Administración central.

En este sentido, admitió que sería fundamental la "ayuda del Estado" para que se pudieran llevar a afecto estas obras. "Si hay superávit, no estaría mal poderlo emplear para hacer algo que sería bueno para todos los ciudadanos del país", reiteró.

Para Díaz Ferrán, es de vital importancia que estas medidas se pongan en marcha, ya que, si bien hay otros sectores como el turismo o los servicios que pueden reabsorber a parte de los desempleados de la construcción, "aún está por ver si será suficiente".

A más largo plazo, desde la patronal se apuesta por acometer nuevos proyectos de obra pública civil, como la prolongación de las autovías radiales existentes en las principales ciudades españolas.

También con la finalidad de conjurar la desaceleración del sector de la construcción, la patronal pedirá al Gobierno que se ayude a los ciudadanos a adquirir una vivienda, en un momento en que el sector no vende los inmuebles al mismo ritmo que antes. Para ello, proponen actualizar la deducción por vivienda habitual en el IRPF (15% sobre 9.015 euros anuales) según el IPC de cada año, ya que la desgravación permanece intacta desde 1998.

"En un momento coyuntural como éste, nos parece bien que haya medidas que puedan ayudar a los ciudadanos. El ciudadano sí quiere comprar viviendas y hay necesidad de comprar, y cualquier tipo de ayuda a estos ciudadanos, sería positiva y bien vista por la CEOE", subrayó.

En cambio, los pasos que ha dado el Gobierno en relación a esta materia van en la dirección contraria, ya que en la última reforma del IRPF, que entró en vigor el 1 de enero de 2007, se recortaron los porcentajes incrementados del 20% y del 25% (también sobre el límite de 9.015 euros anuales) que existían en la desgravación durante los dos primeros años de adquisición de la vivienda con financiación ajena.

Además de elevar la deducción por vivienda, el presidente de la CEOE apuntó que la patronal tampoco descarta poner "encima de la mesa" la posibilidad de que esta desgravación pueda aplicarse también a la compra de la segunda vivienda, si bien admitió que todas estas medidas deben ser compatibles con el mantenimiento de la estabilidad presupuestaria.

Díaz Ferrán adelantó que también pedirán al Gobierno que se cree una vivienda de protección "intermedia" entre las actuales viviendas de protección oficial (VPO) y las viviendas libres para que los ciudadanos que por su mayor renta no pueden acceder a la VPO, pero que tampoco sus ingresos les permiten optar por la vivienda libre, tengan acceso al mercado a través de este nueva figura.

Preguntado acerca de que si la CEOE es partidaria de que el Gobierno, a través de la financiación del Instituto de Crédito Oficial, salga al rescate de las inmobiliarias o constructoras con problemas, Díaz Ferrán se mostró muy contundente y aseguró de forma tajante que está "totalmente en contra de cualquier tipo de subvención a las empresas en general".

El presidente de la patronal se refirió también a la posibilidad, planteada por los sindicatos, de permitir la jubilación de los trabajadores de la construcción a los 60 años para evitar así la pérdida de empleo en el sector, y precisó que esta medida, que debería ser estudiada por los órganos de dirección de la CEOE, plantea algunas "contraindicaciones importantes" porque supone un mayor gasto para el sistema público de pensiones.

"Es un tema que debemos estudiar con mucho detenimiento (...). A medida que se acorta la vida laboral, las pensiones crecen y, por tanto, hay que tratarlo con mucha delicadeza", añadió.

Finalmente, Díaz Ferrán eludió aportar una cifra sobre cuántos parados pueden generarse en el sector de la construcción, y se limitó a indicar que la patronal lleva ya algún tiempo advirtiendo de que se produciría una desaceleración de esta actividad, que se inició, en su opinión, a partir de agosto o septiembre del año pasado.

Además, apuntó que España ha tenido "la mala suerte" de que este proceso de desaceleración ha coincidido con unas turbulencias financieras a nivel internacional "terribles" y con una "gran incertidumbre, que ha venido a hacer el problema mucho más grave".

"Esto está provocando que la desaceleración, que podía haber sido suave, se haya convertido en una desaceleración muy brusca y que hará que en 2008 se construirán del orden de 200.000 ó 300.000 viviendas, la mitad que antes. Se han parado totalmente los visados y, por lo tanto, esto significa que se necesitan menos trabajadores y que habrá un desempleo importante en este sector", insistió.

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