miércoles, 16 de abril de 2008

La FAO aborda el riesgo del aumento del costo de los alimentos

BRASILIA.- La XXX Conferencia de la FAO para América Latina y el Caribe, aborda en Brasil los peligros de la escalada mundial de precios de los alimentos, cada vez menos asequibles para los pobres de esta región, irónicamente convertida en granero del mundo y campeona en desigualdad social.

"No debería haber ningún hambriento en América Latina, una región que produce un 40% más de de alimentos de lo necesario para abastecer a su población y, sin embargo, seguimos con 50 millones de subnutridos", explicó el Representante de la FAO para América Latina y el Caribe, el brasileño José Graziano.

La gran preocupación en América Latina no es una falta de alimentos, ya que la producción no ha parado de crecer. "El peligro es que (con la escalada de precios) más gente no tenga acceso a alimentos básicos y se deteriore el nivel de consumo y de nutrición", opinó por su parte el director de Políticas de la FAO en Latinoamérica, el ecuatoriano Fernando Soto.

El problema afecta a todos los países de la región, considerada la más desigual del planeta y con grandes bolsas de pobreza, destacan los representantes de la FAO. La situación más acuciante es la de Haití, donde una crisis alimentaria ha generado violentos disturbios en los últimos días. Otra área de fragilidad es Centroamérica, altamente importadora de alimentos, con elevados índices de desnutrición y afectada por huracanes. "La preocupación es recuperar la capacidad productiva en Centroamérica y también en Perú y Bolivia, que sufrieron un terremoto e inundaciones", dijo Graziano.

En la región y en la FAO comienzan a surgir propuestas para mitigar el problema, entre ellas la de volver a fomentar el papel del estado en el área agrícola.

"En los años 80 y 90 se redujo enormemente el papel del estado en el campo; dejaron de almacenarse grandes reservas de alimentos, se redujo mucho el gasto público y la ayuda al desarrollo para la agricultura y el área rural cayó un 40%. Se creyó que el mercado proveería con precios baratos, pero eso no está ocurriendo ahora", dijo José Luis Vivero, representante de la Iniciativa contra el Hambre, de la FAO.

"Una de las ideas que propone la FAO es que los países necesitan un marco legal que garantice el derecho a la alimentación, con políticas de estado y un gasto público adecuado", añadió.

"América Latina debe volver a prestar atención al potencial de la pequeña agricultura, que acoge al 80% de sus agricultores, con una política pública que lo favorezca", estimó el ecuatoriano Soto.

"Tenemos que prepararnos con la aprobación de políticas y legislaciones que den prioridad a la seguridad alimentaria en la región", declaró el viceministro de desarollo Rural de Venezuela, Gerardo Rojas. Venezuela es un gran importador de alimentos, que adoptó un control de precios.

Hay países que ya adoptaron medidas inmediatas, como reducir tarifas para la importación de alimentos o transferencias de ingresos a familias más pobres.

El tema de la escalada de los precios de los alimentos será abordado durante el penúltimo día de esta conferencia regional de la FAO, el jueves. "Esperamos que podamos abordar estrategias en esta reunión; nuestra gran preocupación es garantizar acceso a los alimentos a precios accesibles", un tema que ya trataron los gobernantes del Caribe en diciembre, explicó el representante del ministerio de Agricultura de Barbados, Barton Clarke.

El alza mundial de los precios de los cereales y su impacto en el mundo levantaron una voz de alerta en los principales organismos internacionales. Son múltiples las causas apuntadas, como el aumento de los precios del petróleo, el uso de alimentos para generar biocombustibles, falta de políticas públicas como la generación de reservas y aumento de la demanda en países emergentes.

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