lunes, 28 de abril de 2008

La filial de Sacyr, Itínere, abandona la colocación por la desidia internacional

MADRID.- La que iba a convertirse en la primera colocación bursátil del año se ha visto frustrada por el escaso apetito de las instituciones internacionales en un contexto de crisis financiera global y una extrema selección de activos de inversión.

Itínere, la filial concesional del gigante constructor español Sacyr, que preside el murciano De Rivero, anunció el lunes que ha decidido desistir de la oferta pública de acciones que tenía en marcha tras evaluar los datos de demanda recibida.

En principio, la compañía había reservado un 50 por ciento de la oferta a un tramo institucional extranjero. Una fuente próxima al proceso explicó que los tramos minorista nacional (al que se destinaba un 35 por ciento de la oferta) y mayorista nacional (con un 15 por ciento de reserva) habían sido cubiertos.

A pesar de que el negocio de Itínere tiene carácter recurrente y está poco expuesto a los ciclos - al contar con ingresos predecibles y regulados - la colocación internacional, liderada por Citigroup, JP Morgan y UBS, no mostró el apetito previsto, explicó la fuente.

Oficialmente, la empresa asegura en un comunicado que "las condiciones actuales del mercado no aconsejan llevar al término esta operación".

Itínere había invertido 8,8 millones de euros en una amplia campaña publicitaria para una colocación con comisiones bancarias de más de 19 millones de euros.

Sacyr pretendía ingresar con la venta unos 650 millones de euros que aliviarían en parte la abultada deuda corporativa del grupo. La semana pasada la constructora ingresó 1.920 millones de euros por la venta de su participación en la francesa Eiffage en una operación que reducirá su deuda hasta algo más de 18.000 millones de euros.

Itínere habría ingresado unos 400 millones de euros en la ampliación de capital pública, de los cuales 190 serían para cancelar deuda con Sacyr y el resto para financiar el crecimiento.

En la nota en la que hace pública su renuncia a la oferta, la concesionaria asegura que mantiene intactos sus planes de expansión.

Con una deuda próxima a los 5.000 millones de euros, la mayor parte de ella asociada a los proyectos, Itínere dijo recientemente tener una amplia posibilidad de reapalancamiento, que sus directivos cifraron en torno a 900 millones de euros, con una disponibilidad de caja de 200 millones.

Teniendo en cuenta que los proyectos de infraestructuras se financian con alrededor de un 25 por ciento de 'equity', su capacidad de endeudamiento actual ronda los 4.400 millones de euros sin necesidad de acudir al mercado.

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