jueves, 17 de abril de 2008

La justicia surcoreana procesa por presunta corrupción al jefe de Samsung

SEÚL.- El presidente del grupo surcoreano Samsung, Lee Kun-Hee, fue inculpado este jueves por abuso de confianza y evasión fiscal, en el marco de un escándalo de corrupción para la presunta compra de favores políticos con un fondo secreto de millones de dólares, según informaron los fiscales a cargo del caso.

Lee, de 66 años, y otras nueve personas inculpadas en el caso, permanecerán en libertad hasta la celebración del juicio. El Parlamento surcoreano aprobó el pasado enero crear una comisión de investigación, tras las informaciones proporcionadas por el ex responsable jurídico del grupo de que Samsung creó un fondo secreto de varios millones de dólares para ganarse los favores de miembros del Gobierno y políticos.

Samsung niega estas acusaciones y considera que la investigación puede afectar negativamente a los negocios en un momento difícil. Los activos de Samsung se estiman en 280.800 millones de dólares y sus ventas en el extranjero representaron 66.300 millones el año pasado, más del 20% de las exportaciones totales de Corea del Sur.

El fiscal especial surcoreano que investiga las acusaciones de corrupción en el Grupo Samsung también acusó formalmente hoy jueves a Lee Kun-hee, máximo dirigente del grupo y uno de los empresarios más poderosos del país, por evasión de impuestos.

La investigación se inició en enero después de que un antiguo asesor legal de alto nivel de la empresa acusara a algunos de sus directivos de ocultar dinero y mantener un fondo de sobornos de más de 200 millones de dólares (unos 126 millones de euros) para sobornar a funcionarios.

El fiscal especial ha acusado también a otros nueve directivos de Samsung, aunque indicó que ni ellos ni Lee serán arrestados.

Lee podría enfrentarse a una pena de prisión de entre cinco años y la cadena perpetua, aunque según los analistas es probable que escape a una sentencia larga en la cárcel porque los jueces surcoreanos suelen mostrarse indulgentes con los líderes corporativos condenados por malas prácticas, al considerar que encarcelarles podría afectar a la economía surcoreana.

"Los delitos de los que se acusa hoy son graves, porque el volumen de impuestos evadidos y los beneficios obtenidos de forma fraudulenta fueron cifras astronómicas", afirmó el fiscal en sus conclusiones.

El fiscal especial absolvió a Samsung de las acusaciones de soborno, pero indicó que existía una conspiración en la empresa para ocultar miles de millones de dólares en activos de Lee, y que los directivos también trabajaron para transferir dinero en secreto a los hijos de Lee.

Un portavoz del Grupo Samsung declinó hacer comentarios.

Samsung Electronics, el mayor fabricante del mundo de procesadores de memoria para ordenadores y televisiones de pantalla plana, es el buque insignia del Grupo Samsung.

Los grupos familiares surcoreanos, conocidos como "chaebol" y que sacaron a Corea del Sur de la ruina de la Guerra de Corea (1950-1953) para convertirla en la cuarta economía asiática, han sido acusados durante años de poca transparencia en su gestión.

Algunos de sus directivos han sido condenados por delitos de guante blanco, pero han evitado largas sentencias en la cárcel.

Lee, que ha sido interrogado en dos ocasiones este mes, dijo la semana pasada que asumía la responsabilidad legal y moral del caso y que se ocuparía de reformar las prácticas de gestión del grupo.

También la semana pasada, Samsung aclaró que esas declaraciones no implicaban que Lee o ningún otro alto directivo fuera a dejar su puesto. Las acusaciones de malas prácticas han sido repetidamente rechazadas.

Samsung Electronics ha retrasado hasta el 25 de abril la publicación de sus resultados del primer trimestre, prevista para mediados de mes, debido a la investigación.

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