miércoles, 2 de abril de 2008

La primera subasta inversa de viviendas no logra animar al sector

MADRID.- La imaginación para vender viviendas se ha disparado hasta niveles impensables hace unos pocos años en nuestro país. Lo último, una subasta inversa de casas, es decir pujar hasta alcanzar el precio más bajo. La primera de estas pujas se realizó este fin de semana en España sin mucho exito a pesar de que se llegó a conseguir hasta un 30% de descuento sobre los precios iniciales.

Se vendieron 22 inmuebles, un número muy bajo si se tiene en cuenta que se subastaron un total de 216.

Madrid se convirtió el pasado fin de semana, 29 y 30 de marzo, en la primera ciudad del mundo en acoger este curioso acto inmobiliario, donde los precios en lugar de subir, bajaban. Un subastador, maza en mano se encargó de cantar hasta 216 viviendas nuevas de toda España que salieron a la venta por un valor inicial de 62 millones de euros. La empresa de subastas Tulipp fue la encargada de organizar el evento.

La mayoría de las viviendas subastadas estaban ubicadas en la propia comunidad autónoma y en la costa Mediterránea, aunque también se podían encontrar inmuebles de Guadalajara, Ciudad Real y Cantabria. De ese número de inmuebles, tan sólo se adjudicaron 22. Esto quiere decir que las 194 casas que no encontraron vendedor alcanzaron en la subasta un precio mínimo establecido sin que nadie estuviera dispuesto a pujar por él.

La subasta a la baja es el proceso inverso a una subasta tradicional. En ella, los bienes salen a la venta por un precio de salida determinado, que se reduce progresivamente hasta encontrar un comprador dispuesto a pujar por el mismo. La primera persona que puja se convierte en adjudicataria del bien al precio reducido alcanzado.

Si se llega a un precio mínimo, o precio de reserva, que ha sido pactado previamente entre el promotor y Tulipp sin que ninguna persona haya pujado por el inmueble, éste se retira automáticamente de la subasta, sin posibilidad ulterior de pujar por él.

Este tipo de subasta se denomina también 'subasta holandesa' porque reproduce uno de los instrumentos empleados por los comerciantes holandeses para establecer el precio de los tulipanes en los siglos XVI y XVII para hacer frente a la crisis.

El descuento máximo alcanzado en un inmueble adjudicado fue del 30,3% respecto a su precio de salida, mientras que el mínimo fue de un 18,5%. El importe total de los 22 inmuebles adjudicados en subasta a precio de salida fue de 5.699.200 euros, mientras que el importe total de estos mismos inmuebles a precio de adjudicación fue de 4.185.350 euros, lo que supone un 26,6% de descuento sobre su precio inicial.

Entre las casas que se adjudicaron destacaron especialmente dos, la más cara y la más barata El inmueble vendido a menor precio se encuentra situado en Madrid, en la zona de Atocha, y fue adquirido por 96.000 euros mientras el inmueble de mayor precio adjudicado en la subasta fue un apartamento de lujo en Manilva/Puerto de la Duquesa (Málaga), por 396.000 euros.

La vivienda que sí quedó desierta fue la más cara que salía a subasta, un unifamiliar adosado de Madrid cuyo precio de venta comenzó en 1.300.000 euros y bajó hasta el 1.070.000 euros. Tras cantar esta cifra, el subastador se vio obligado a cantar "este inmueble queda retirado de la subasta", la frase más escuchada durante las diez horas que duró la subasta a la holandesa.

Los próximos salones inmobiliarios con subasta holandesa se celebrarán en Madrid, los días 24 y 25 de mayo, Málaga (junio 2008), Londres (julio 2008) y Barcelona (septiembre 2008).

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