jueves, 24 de abril de 2008

Lanzan en Brasil un nuevo diesel renovable a base de caña de azucar

SAO PAULO.- La estadounidense Amyris y la brasileña Crystalsev formaron una joint venture que producirá en Brasil un nuevo diesel renovable en base a caña de azúcar que tendrá "propiedades iguales o mejores que el diesel derivado de petróleo", anunciaron el miércoles las empresas.

La tecnología para el nuevo combustible surgió "por casualidad" cuando Amyris trabajó en la bioingeniería para producir Artemisia, un ingrediente clave para el remedio contra la malaria, explicó el presidente de la empresa, John Melo.

Esa tecnología permite, a partir de la caña, producir gasolina para aviones, gasóleo (o diesel) y gasolina. Amyris se decidió por la producción de diesel porque su demanda "está creciendo a tasas 2 y 3 veces superiores a la de la gasolina", dijo el ejecutivo. La empresa decidió producir en Brasil "por ser líder en la producción de caña de azúcar y por su posición mundial como líder en combustibles alternativos".

"No lo llamo biodiesel, porque biodiesel se hace por molienda de granos oleaginosos. Este es un hidrocarburo, igual al derivado del petróleo, pero proviene de la caña de azúcar, es el primer diesel renovable y con una reducción de hasta el 80% de las emisiones del diesel tradicional", dijo Melo.

La joint venture Amyris-Cristalsev hará una inversión inicial de 10 millones de dólares para instalar su sede en Sao Paulo y una planta, con escala de laboratorio, para experimentar la producción del nuevo diesel.

Posteriormente, para adaptar las plantas de producción de azúcar y etanol se precisarán de 20 millones a 30 millones de dólares por fábrica. Las procesadoras podrán así fabricar azúcar, etanol, y diesel renovable.

Los inversores de Amyris -Kleiner Perkins y Byers, Khosla Ventures, TPG Ventures y Dag Ventures- se comprometieron a realizar "las inversiones necesarias para asegurar la producción prevista del diesel", aseguró Melo. La expectativa es comenzar a fabricar en escala industrial el diesel de caña en 2010 y llegar a producir 4.000 millones de litros en cinco años.

Según Melo, el nuevo combustible se podrá mezclar hasta en un 80% con el derivado del petróleo, sin que el diesel pierda sus características, pero en principio no podrá usarse como sustituto del carburante fósil.

Se estima que el mercado global de diesel llegue a dos billones de litros en 2020, y en Brasil se proyecta un crecimiento de 45.000 millones de litros en 2007 a 80.000 millones de litros en 2020.

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