miércoles, 2 de abril de 2008

Las pérdidas de UBS hacen temblar a Suiza

GINEBRA.- Suiza quisiera creer que ya pasó lo peor de la tormenta que convirtió a su mayor banco, el UBS, en el más perjudicado del mundo por la crisis 'subprime' y se dice que la quiebra de la institución tendría graves consecuencias para su economía, admitió el gobierno este miércoles.

"La manera en la cual UBS manejó la crisis muestra que el banco, como plaza financiera suiza, es tan digna de confianza como antes", dijo imperturbable el ministro de Finanzas suizo, Hans-Rudolph Merz.

Merz rechazó cualquier intervención del Estado en esta etapa de la crisis. "¡Corresponde al banco solucionar sus problemas! ¡No al Estado!", subrayó en declaraciones a la prensa suiza. "Nosotros no entramos en el capital de UBS", insistió.

Pero el ministro admitió que los problemas de UBS tendrán consecuencias en el presupuesto de la Confederación, y estimó entre 800 millones y 1.000 millones de francos suizos las pérdidas del Estado en los dos próximos años, o sea un total de hasta 2.000 millones de francos suizos (1.265 millones de euros).

Tras una jornada intensa en emociones en la cual UBS anunció depreciaciones de activos por 19.000 millones de dólares (12.155 millones de euros) en el primer trimestre y la renuncia del presidente de su consejo de administración, algunos diarios criticaron este miércoles a los dirigentes del banco y otros expresaron la esperanza de que lo peor de la crisis haya quedado atrás.

"La marca UBS, una de las mejores del mundo, está hecha añicos", lamentó el diario Tages Anzeiger. Pero "el daño no es irreparable". "Este fracaso espectacular no es un asunto de Estado. No es un Swissair bis", sostuvo el diario 24 Heures. La quiebra de la compañía aérea Swissair en 2001 provocó un verdadero trauma nacional.

Como prueba de optimismo sobre el futuro de UBS, el título se cotizaba en alza del 1,98% este miércoles a media jornada en la bolsa suiza, a 33,04 francos suizos, en un mercado en alza del 1,29%.

Al perder un 50% de su valor desde octubre, UBS se convirtió en el banco más perjudicado en el mundo por la crisis de los créditos hipotecarios de riesgo en Estados Unidos ('subprime').

Para Suiza, que depende fuertemente de su sector financiero, que representa un 13% de su PIB, los problemas de UBS podrían tener graves consecuencias en el conjunto de la economía. "Suiza se da cuenta en lo más profundo de sí de la fragilidad de un sistema bancario donde los dos gigantes (UBS y Credit Suisse) tienen un peso inédito en el mundo en la composición del PIB", comentó el periódico Le Temps.

Aunque esta constatación sea alarmista, el pánico no se apoderó de los analistas ni de la clientela de UBS. La televisión mostró el martes imágenes de clientes que acudían con cara seria a las sucursales del banco, algunos sorprendidos por la amplitud de la catástrofe, pero confiados.

"Lo peor quedó atrás", tituló el diario Le Matin al retomar una declaración del presidente saliente, Marcel Ospel. Le Temps no fue tan optimista y se preguntó: "¿UBS ha tocado fondo?".

El fondo soberano de Singapour GIC, que se convirtió en accionista de UBS en torno al 9,5% en diciembre pasado, afirmó que no lamenta la decisión e incluso contempla participar en un nuevo aumento del capital.

UBS busca una nueva capitalización por 15.000 millones de francos suizos (9.530 millones de euros) para enfrentar las pérdidas totales de 37.400 millones de dólares (casi 24.000 millones de euros) generadas por la crisis 'subprime' en 2007 y lo que va del 2008.

(Una calle de Zurich)

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