miércoles, 23 de abril de 2008

Menos aviones, más repletos y más caros por el costo del combustible

NUEVA YORK.- Las grandes aerolíneas estadounidenses se hicieron todas deficitarias con la disparada de los precios del petróleo y los pasajeros de los vuelos domésticos se verán afectados por la supresión de conexiones, aviones repletos y tarifas en alza.

Todas las compañías "históricas" que volvieron a la rentabilidad el año pasado, muchas de las cuales se habían declarado quiebra tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, cayeron al rojo en el primer trimestre a causa del costo del combustible.

Este miércoles Delta Air Lines, tercera aerolínea estadounidense y Northwest Airlines (quinta), que planean fusionarse, no solamente depreciaron enormemente su valor contable sino que anunciaron también pérdidas netas -excluyendo las depreciaciones- de 274 millones de dólares de Delta y de 191 millones de Northwest.

Igualmente, las otras grandes del cielo estadounidense anunciaron déficits: Continental perdió 80 millones de dólares, American 328 millones y United 537 millones.

Todas explicaron que su factura de combustible había aumentado cerca del 50% en relación al primer trimestre 2007, equivalente a un gasto adicional de varios centenares de millones de dólares.

Las aerolíneas prevén un impacto aún mayor para el conjunto de 2008, en momentos en que el barril de crudo roza los 120 dólares, duplicando su precio en un año.

Continental advirtió de que su factura de combustible aumentará en 1.500 millones de dólares este año, Northwest espera un alza de 1.700 millones -más del doble de su beneficio 2007- y American prevé un alza de 2.600 millones, para alcanzar un total de 9.300 millones.

La cuenta combustible se convirtió en la mayor del rubro gastos de las aerolíneas, superando la de salarios, y según el banco de inversiones Merrill Lynch todas serán deficitarias en 2008, con una pérdida corriente acumulada de al menos 1.600 millones de dólares, incluso más si el petróleo continúa aumentando.

El analista de Calyon, Ray Neidl considera que "las compañías sobrevivirán en 2008 pero su liquidez descenderá a niveles alarmantes en 2009".

Muchas pequeñas aerolíneas no resistieron. Las quiebras se multiplicaron, con el reciente cierre de Frontier, Skybus, ATA, Aloha Airlines y Champion Air, con un total de 4.600 despidos.

Para limitar los daños, las grandes compañías reducen su capacidad de transporte en Estados Unidos. Ese es el sector donde registran las mayores pérdidas, ya que la competencia de un enjambre de aerolíneas de bajo costo les impidió hasta ahora aumentar sus tarifas.

En consecuencia, los vuelos domésticos serán más escasos.

De aquí a fines de 2009, Delta planea reducir entre el 9 y el 11% su capacidad de transporte, suprimiendo de 15 a 20 conexiones y retirando de 60 a 70 aparatos. Northwest suprimirá un 5% de su capacidad y enviar hasta 20 aviones a los hangares. United Airlines retirará 30 aparatos y reducirá su oferta en un 9%, después de una primera reducción de 5% a fines de 2007. Continental prevé una reducción del 5% y American Airlines también reducirá su flota.

Por el contrario, la mayoría quiere aumentar sus vuelos internacionales, más rentables gracias a los viajes de negocios, pero la creciente competencia podría limitar sus ambiciones.

Las aerolíneas estadounidenses quieren también aumentar sus ingresos, aunque no necesariamente con billetes más caros, sino sobrefacturando diversos servicios: el sobrepeso de equipaje costará de 10 a 50 dólares más, la reserva de asiento deberá pagarse en algunos casos, sin olvidar la comida a bordo, la utilización de vídeo...

United quiere suprimer 1.100 puestos y Delta cuenta con unos 2.000 retiros voluntarios.

Acorralada, Continental presiona a sus pilotos para economizar combustible en los vuelos transatlánticos, aumentando marcadamente en 2007 las solicitudes de aterrizaje de emergencia de aparatos cuyo tanque estaba en rojo, según un reciente informe oficial.

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