sábado, 31 de mayo de 2008

Los consumidores aguantan el aumento de precios de la gasolina

PARÍS.- Los consumidores, los propietarios de estaciones de servicio y los gobiernos encaran estos días un nuevo orden energético, en el que los crecientes precios de los combustibles desempeñan, como nunca, un papel preponderante en la vida diaria de una población cada vez más móvil.

Empero, a medida que aumenta el valor del crudo, el precio en las estaciones de servicio varía marcadamente: desde Venezuela, donde la gasolina es más barata que el agua, a Turquía, donde llenar el tanque de gasolina puede costar más que el precio de un boleto de un vuelo nacional.

Impuestos y subvenciones son la razón principal de las diferencias, junto con factores menores como una capacidad de refinación limitada y las dificultades geográficas que encarecen los precios.

"No sé lo que es ... pero es penoso", comentó Marie Penucci, una violinista que cargaba combustible en su Volkswagen en una estación de servicio de Esso en las afueras de París.

Mientras compraba gasolina a a 1,60 euros el litro (9,66 dólares el galón), miraba con envidia a un ciclista que había alquilado una bicicleta municipal, lo que no puede hacer ella por viajar largas distancias por razones de trabajo.

Los elevados impuestos en Europa y Japón anestesiaron a los consumidores cada vez que acuden a las estaciones de servicio. Las consecuencias hubieran sido mucho peores de no ser por la fortaleza del euro. Por ello, muchos europeos nunca se molestaron en aprender a conducir, recurriendo al transporte público, relativamente más barato.

Mientras tanto, las subvenciones en las economías emergentes como China y la India, protegen a los consumidores pero perjudican a los gobiernos, que tienen que financiar el encarecimiento de los precios del crudo.

Y cada vez con mayor frecuencia, son incapaces de hacerlo. Los indonesios han protagonizado protestas generalizadas ante la reducción de las subvenciones a la gasolina, en un país donde casi la mitad de sus 235 millones de habitantes vive con menos de dos dólares diarios.

Y existen ahora 887 millones de vehículos, frente a 553 hace 15 años, que podría llegar a los 1.000 millones en el 2012, según la empresa consultora londinense Global Insight.

En Europa, los impuestos se llevan la parte del león, por lo que el alza del crudo es una parte relativamente menor del encarecimiento.

"El dolor causado por el alza de los precios es mucho menor en Europa, porque pagábamos mucho más aquí, ya que el aumento por porcentaje es mucho menor aquí", dijo el analista Julius Walker, de la Agencia Internacional de Energía, con sede en París.

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