sábado, 31 de mayo de 2008

Último vuelo para el billete de avión en papel

PARÍS.- El billete de avión en papel será enterrado definitivamente mañana 1 de junio, fecha límite fijada por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) a sus 240 compañías miembro, que aplicarán únicamente el formato electrónico.

Para los pasajeros, todo serán ventajas, según las aerolíneas: se acabó el miedo a perder el billete, las largas colas detrás de los mostradores -reemplazados por puntos automáticos de facturación-, y empezó la era de la comodidad, con una mayor facilidad para cambiar fechas e itinerarios.

IATA afirma estar preparada para alcanzar su objetivo "cero papel", programado desde 2004, pero el arranque del período exclusivamente electrónico no estará exento de escollos, alertan las agencias de viaje europeas.

"Todavía hay que solventar varios problemas administrativos, pero esperamos que salga mejor que en Heathrow", uno de los aeropuertos de Londres, comenta Michel de Blust, secretario general del ECTAA, representante de las asociaciones de agencias de viaje de 29 países europeos.

A finales de marzo, un cúmulo de incidentes técnicos convirtió en pesadilla la inauguración de la Terminal 5 del aeropuerto londinense. Muchos pasajeros tuvieron que quedarse en tierra o renunciar a viajar con su equipaje. Centenares de vuelos fueron anulados.

Además de los potenciales fallos informáticos en las centrales de reserva, De Blust teme retrasos en su puesta en marcha, puesto que "al menos el 5% de las aerolíneas todavía no han cambiado su sistema".

A finales de febrero, el 94% de los miembros de IATA se habían deshecho del papel. Por regiones, el 97% de las aerolíneas de América del Norte y el 95% de las europeas habían completado el cambio frente al 87% de las africanas.

Más de 400 millones de billetes aéreos son emitidos cada año por las agencias de viaje afiliadas al sistema de distribución de IATA y en abril, únicamente el 5% continuaba recurriendo al papel.

Según los cálculos del organismo internacional, la desaparición del billete tradicional permitirá a sus miembros un ahorro de 3.000 millones de dólares anuales.

Un documento electrónico tiene un costo de un dólar de media, frente a 10 dólares para el formato en papel.

El beneficio también será ecológico, puesto que dejarán de talarse unos 50.000 árboles anuales, según IATA, cuyos miembros controlan el 94% del tráfico aéreo internacional.

En el plano comercial, la reforma ahondará en la reciente distribución de roles en el disputado sector de la venta de billetes solos, sin alojamiento, que sigue teniendo su peso en la actividad de las agencias de viaje.

"Los pasajeros pueden gestionar por sí mismos sus billetes sin necesidad de pasar por una agencia de viaje para su emisión", estima Didier Brechemier, consultor del gabinete Roland Berger.

"Internet continuará por lo tanto arañando grandes partes del mercado a las agencias", pronostica.

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