MADRID.- Los agricultores y los consumidores, que se consideran los eslabones "más débiles" de la cadena alimentaria, se han unido para denunciar los "inaceptables" márgenes comerciales que aplican las grandes cadenas de distribución a los productos agroalimentarios, cuyos precios presentan un diferencial medio entre origen y destino del 483%.La organización agraria COAG y las asociaciones de consumidores UCE y Ceaccu, instaron hoy al Gobierno a que actúe para impedir la "especulación" en el sector de la alimentación y reclamaron que se estudie la trazabilidad de los precios para "saber quién abusa" de los ciudadanos y "se lleva la gran tajada".
Para controlar la evolución de los precios, las tres organizaciones presentarán el próximo julio el primer Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), que analiza los 25 productos más consumidos en el país y que pretenden actualizar mensualmente, al entender que el Observatorio de Precios es un órgano "testimonial".
Con motivo de la celebración del II Mercado Agrario Transparente en Madrid, donde por un euro se pueden adquirir productos al precio que tienen en origen, las asociaciones presentaron un ejemplo de este "índice de la especulación", que presenta diferenciales de precios de hasta un 869% en el caso de las cebollas, con un precio en origen de 0,13 euros el kilo y de 1,13 euros en los lineales.
El secretario general de COAG, Miguel López (en la imagen), criticó que siete grupos de distribución controlan más del 80% del sector, con lo que "el libre mercado es un espejismo, se acaba la competencia y comienza la especulación". Así, citó casos como la carne de ternera, cuyo coste ha aumentado sólo dos céntimos de euro desde 2004, mientras que el precio en destino se ha elevado en 4,5 euros en el mismo periodo.
Según datos del Ministerio de Medio Ambiente y de Medio Rural y Marino correspondientes a la tercera semana de mayo, el diferencial medio alcanza un 483%, con un máximo del 1.525% en el caso del plátano, mientras que la participación del agricultor en el precio medio final de los productos se sitúa en un 24%.
López señaló que las grandes cadenas controlan a los productores y a la industria y "saquean permanentemente el bolsillo de los consumidores" e incidió en que "siete estructuras se ponen de acuerdo tomando un café".
Por este motivo, COAG, UCE y Ceaccu consideraron que el Gobierno tiene que intervenir para controlar la "alarmante" inflación que registra la alimentación y exigieron el desarrollo del artículo 13 de la Ley de Comercio, que, según explicó el secretario general de UCE, Juan Moreno, permite que el Ejecutivo, previa audiencia con los sectores afectados, puede fijar precios y márgenes de comercialización de productos de primera necesidad.
También reivindicaron que la creación de un marco legislativo de comercialización de productos alimentarios, la mejora de los observatorios de precios, la eliminación de las prácticas especulativas con actuaciones "más contundentes" de Competencia y que se avance en el doble etiquetado de los productos.
Además, presentarán a los grupos parlamentarios una proposición no de ley sobre márgenes comerciales para que esta cuestión se debata en el Congreso y "se busquen soluciones". "Estamos cansados de ser meros observadores", señaló la presidenta de Ceaccu, Isabel Ávila, quien advirtió de que "la especulación del ladrillo ha acabado y empieza en la alimentación".
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