lunes, 12 de mayo de 2008

El PIB español tendrá una fuerte desaceleración

MADRID.- El Producto Interior Bruto (PIB) de España mostrará una fuerte desaceleración en el período correspondiente a los tres primeros meses del año golpeado por el desplome del sector de la construcción, que se ha irradiado a otras actividades económicas, y al frío clima de la economía exterior, dijeron economistas.

Un sondeo elaborado por Reuters indicó que el PIB creció a una tasa interanual del 2,8 por ciento entre los meses de enero y marzo - siete décimas por debajo del trimestre anterior - a una tasa mensual del 0,4 por ciento.

El pronóstico coincide con el divulgado recientemente por el Banco de España.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgará el miércoles la tasa mensual e interanual del crecimiento de la economía española en el primer trimestre en su versión avanzada. Hasta el 21 de mayo no hará públicos los datos completos de la Contabilidad Trimestral.

Pese a la acusada desaceleración prevista para el primer trimestre, había consenso entre los expertos en el sentido de que la economía profundizará aún más en el bajón de su actividad durante lo que resta de este año y también del próximo.

El ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, expresó recientemente su confianza en que la economía española vuelva a arrojar tasas de crecimiento en el entorno del 3,0 por ciento a partir del segundo semestre de 2009, en un contexto actual de desaceleración más profundo que lo esperado por el Gobierno.

"Tengo la impresión de que el ajuste económico está siendo muy rápido, importante y contundente y que podemos ver peores cifras en el segundo trimestre", dijo José Luis Martínez, estratega de Citigroup en Madrid.

"Creemos que las cifras de crecimiento en el primer trimestre estarán en la línea de lo que dijo el Banco de España. El frenazo de la economía está siendo importante y el parón de la construcción se ha traslado a otros sectores", en opinión de Nicolás López, director de análisis y mercados de M&G.

Las últimas estadísticas correspondientes a la confianza empresarial y consumidora también avalan los pronósticos que apuntan a una visible desaceleración de la inversión industrial y del consumo interno, otrora pilares fundamentales del crecimiento doméstico junto con la construcción.

"La demanda interna se desacelera por la caída en el ritmo del consumo y de las inversión en los bienes de equipo", apostilló Estefanía Ponte, economista de Fortis Bank. "La parte correspondiente al sector exterior ayudará a que la foto final (del primer trimestre) no sea tan negativa".

La aportación del sector exterior tampoco ayuda a mejorar las expectativas sobre el crecimiento doméstico a la vista de las restricciones crediticias derivadas de las crisis "subprime".

Este aspecto afecta muy particularmente a España por la dificultad que supone financiar su endeudamiento exterior, uno de los mayores del mundo.

Además, la subida exponencial del precio internacional del petróleo y de algunos productos alimenticios también ha sacudido con virulencia a la inflación española por la fuerte dependencia del país de las importaciones energéticas.

En este contexto, las expectativas sobre la inflación de la zona del euro generan dudas entre economistas para que el Banco Central Europeo aborde pronto recortes del precio oficial del dinero, lo que aliviaría el pago de las hipotecas de las endeudadas familias españolas .

"Nuestro problema es que tenemos la confluencia de dos crisis exteriores como son la crisis crediticia y la subida de los precios del petróleo y de los alimentos y la propia situación interna", dijo Antonio Zamora, economista de Banco Urquijo.

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