domingo, 18 de mayo de 2008

La banca francesa vuelve a lo de siempre para alejarse de la crisis

PARÍS.- Los bancos franceses ya han empezado a sacar sus propias conclusiones sobre la actual crisis financiera, optando por regresar a sus operaciones de base, como los depósitos y los préstamos, en detrimento de las actividades de riesgo.

Confrontadas a una reducción de sus beneficios e incluso a pérdidas en sus divisiones de Banca de Financiación e Inversión (BFI), las principales entidades francesas anunciaron esta semana un paquete de medidas de recuperación.

Empezaron con lo más urgente, reduciendo sustancialmente sus bonificaciones y cerrando varias actividades juzgadas ahora demasiado arriesgadas. El siguiente paso será revisar su modelo de actividades para adaptarse al nuevo panorama financiero.

Crédit Agricole, primer banco minorista de Europa, que acumuló pérdidas de 4.500 millones de euros en seis meses, inyectará en las próximas semanas un balón de oxígeno a su capital, por un monto de 5.900 millones de euros. La entidad aplicará asimismo un plan de control de gastos y virará su estrategia, que entre otras cosas prevé que Calyon, su BFI, se concentre en sus puntos fuertes y deje de lado las operaciones menos beneficiosas.

La hora de la mesura y los pies de plomo también llegó para Natixis, que se fijó como objetivo ahorrarse 400 millones de euros en 2009, suprimiendo puestos y desligándose de algunos subcontratistas. Excepción en este escenario de cambio, BNP Paribas, que hasta ahora se ha mantenido a salvo de la crisis, puesto que, según reivindica, representa "el banco de la economía real" al margen de las actividades de riesgo responsables de las actuales turbulencias financieras.

Para el economista Olivier Pastré, la lección de esta crisis es la necesidad de los bancos de procurarse depósitos, un "elemento de seguridad". "La crisis actual ha demostrado la pertinencia del modelo de banco universal a la francesa", estima Pastré.

"Si Société Générale estuviera organizada como Bear Sterns", el banco de inversión estadounidense que estuvo al borde de la bancarrota, "ya no habría Société Générale", asegura.

Más diversificadas, en términos de actividad y de geografía, las entidades francesas están mejor resguardadas ante las crisis que brotan en una región del mundo o en uno de los sectores financieros. No obstante, el hecho de que se implanten casi exclusivamente en países desarrollados, como BNP Paribas y Crédit Agricole en Italia, las hace a la vez vulnerables, según la economista Olena Havrylchyk.

"Los ciclos (económicos) están cada vez más correlacionados entre los países desarrollados. Si el crecimiento en Estados Unidos se ralentiza, esto repercutirá en Francia y en Italia", explica. En cambio, los países en vías de desarrollo son "más resistentes, en particular en Europa del Este, puesto que existen fuentes de crecimiento locales", concluye esta experta.

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