sábado, 3 de mayo de 2008

La crisis alimentaria centra la reunión en Madrid del Banco Asiático de Desarrollo

MANILA.- Los gobernadores del Banco Asiático de Desarrollo (BAD) celebran este fin de semana en Madrid su asamblea anual con el telón de fondo de la crisis alimentaria mundial, que ha afectado a 1.000 millones de personas en Asia y que la organización no supo anticipar a pleno.

"Pensamos que 1.000 millones de personas están afectadas (en Asia) por los precios de los alimentos", declaró el miércoles Rajat Nag, director general del BAD, en una conferencia de prensa en Madrid, donde la institución celebrará su 41 asamblea anual del 3 al 6 de mayo.

"Esto incluye unos 600 millones de personas que sobreviven con menos de un dólar al día -ésta es la definición de pobreza- y 400 millones que están justo por encima de este límite y que son muy vulnerables" en la región, declaró.

El creciente precio de productos alimenticios básicos como el arroz -la variedad tailandesa se vende ahora a unos 1.000 dólares la tonelada, el triple que un año atrás- ha conducido a una escasez de la oferta que ha generado ya protestas de hambre e inquieta a los gobiernos.

El BAD también discutirá otros temas, especialmente un conflicto interno entre sus miembros sobre su relevancia en una región que se ha transformado desde su creación, hace 42 años.

Estados Unidos, que junto a Japón es el principal accionista del BAD, dio el paso sin precedentes de votar en contra de su plan estratégico de largo plazo, un asunto que también se encuentra en la agenda de la asamblea de Madrid.

Pero una fuente del banco que pidió el anonimato indicó que "aunque la institución enfrenta varios temas críticos sobre su rol y relevancia, todo esto puede ser eclipsado por la crisis alimentaria".

El presidente del BAD, Haruhiko Kuroda, advirtió recientemente de que los crecientes precios de la comida han hecho retroceder la lucha de Asia contra el hambre, e indicó que algunos países podrían necesitar ayuda exterior para alimentar a sus pobres.

El alza de los precios de los alimentos es achacada a los crecientes precios de la energía y los fertilizantes, a una mayor demanda mundial, a las sequías, a la pérdida de tierras cultivadas con arroz en favor de plantaciones para producir biocombustibles y a la especulación de los precios.

"La crisis alimentaria no llegó de un día a otro", sostuvo Shalmali Guttal, del centro de análisis Focus on the Global South, con sede en Bangkok. "Los campesinos asiáticos han estado llamando la atención a la creciente crisis agrícola durante años, pero nadie con el poder de cambiar las cosas escuchó", dijo en una entrevista telefónica.

"Muchos de nosotros, investigadores sociales y activistas, vimos llegar esta crisis. ¿Por qué no la vio el BAD y el Banco Mundial?", preguntó.

Si bien el BAD se jacta de "progresos espectaculares" en la reducción de la pobreza en los últimos 40 años, sobre todo en China, la región aún alberga a 600 millones de personas que viven con menos de un dólar al día, dos tercios de la población mundial.

"La agricultura ha sido realmente desatendida por los gobiernos e instituciones internacionales durante al menos dos décadas y ahora el mundo está sufriendo los efectos de esa negligencia", dijo Bruce Tolentino, director de reforma económica y desarrollo de Asia Foundation. Tolentino estimó que el BAD y otras instituciones "deberían haber previsto esta crisis".

"Pero desafortunadamente es una debilidad común a estas instituciones, incluido el BAD: la mano izquierda no sabe lo que está haciendo la mano derecha, y viceversa", lamentó.

Basado en Manila, el BAD está integrado por 67 países miembro, 48 de ellos de la región Asia-Pacífico y 19 de otros lugares del mundo. En 2007 el banco aprobó créditos por 10.100 millones de dólares, subsidios por 673 millones y asistencia técnica por 243 millones.

(Delegación del BAD en Vientiane, capital de Laos)

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