martes, 20 de mayo de 2008

La crisis de precios alimenticios domina un foro de energía en Brasil

IGUAZÚ.- El proteccionismo comercial se convirtió en el principal acusado del estallido de precios de los alimentos, mientras Brasil y África defendieron los biocombustibles, en un foro internacional sobre energías renovables abierto en Foz de Iguaçu.

Delegados de Brasil y África sostuvieron que los alimentos se encarecen por las desigualdades que genera el proteccionismo de los países desarrollados, especialmente de Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

"Los biocombutibles no son la causa del problema", dijo el keniano Stephen Karekezy, director de la Red Africana de Investigaciones en Políticas Energéticas.

"La Unión Europea y Estados Unidos son muy rápidos para subsidiar a sus granjeros pero no nos dejan a nosotros subsidiar a los nuestros. Y hacen eso por presiones del Banco Mundial (...) Ese es el problema", agregó.

Karekezy habló ante el 'Foro global sobre energías renovables' promovido por Brasil y la agencia de la ONU para el desarrollo industrial (ONUDI) y al que asisten académicos y delegados gubernamentales de América, Europa y África.

La reunión abierta el lunes se extenderá hasta el miércoles y se espera que concluya con propuestas para facilitar el acceso a formas de energía modernas, ambientalmente sanas y generadora de riqueza para los pobres.

En las últimas semanas, los biocombustibles fueron considerados como los villanos del encarecimiento mundial de los alimentos. Segun sus críticos, reducen el área de cultivos tradicionales como arroz o trigo y así retraen la oferta de comida y elevan los precios.

Jean Ziegler, relator de la ONU para el derecho a la alimentación, dijo que los biocombustibles son "un crimen contra la humanidad" y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, censuró el uso energético de alimentos cuando el mundo tiene legiones de hambrientos.

Brasil, líder mundial en biocombustibles, sostuvo que es capaz de producir caña de azúcar sin derribar un solo árbol de la Amazonia, como temen los ambientalistas, o disminuir su producción de alimentos.

"Tanto América Latina como África tienen tierra disponible para los biocombustibles. Los problemas los causan las barreras no arancelarias a los alimentos", afirmó José Domingos Gonzalez, secretario ejecutivo de la comisión del gobierno de Brasil encargada de atender los problemas del cambio climático.

"Habría más producción de alimentos si no hubieran esas barreras que imponen los países desarrollados", añadió.

Brasil cultiva 20% de sus 355 millones de hectáreas arables. La superficie dedicada a la plantación de caña de azúcar para etanol es sólo de 1%, según cifras oficiales.

Los brasileños son los segundos productores mundiales de etanol, detrás de Estados Unidos, que lo fabrica a partir de maíz. La producción de Brasil en 2007 fue de 22 millones de litros contra 28 millones de los estadounidenses.

Brasileños y africanos sostuvieron que entre los factores distorsionantes del mercado de alimentos están los subdsidios de Estados Unidos al maíz para etanol, que elevaron a niveles astronómicos el precio del grano.

"Los granjeros de Estados Unidos se cambian hacia los biocombustibles y África no tiene suficiente comida", dijo Karekezy.

"El problema es que los granjeros y el sector agrícola de África están impedidos de ser subsidiados. De manera que Africa es muy débil y depende de las importaciones para alimentarse. Ese es el problema", afirmó.

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