lunes, 12 de mayo de 2008

Marruecos 'chupa' por fin gas argelino

RABAT.- Poco a poco, con sigilo, Marruecos está rompiendo un tabú. Pese a las malas relaciones que mantiene con Argelia empieza a aprovechar el gas argelino que, a través del gasoducto Europa-Magreb, atraviesa su territorio para desembocar en España, según "El País".

Hasta hace poco las autoridades marroquíes se aferraban al dogma de que la seguridad energética estaba reñida con consumir gas de su vecino y adversario. No en balde su frontera común, de 1.560 kilómetros de largo, está cerrada desde hace 14 años y las agarradas diplomáticas entre Argel y Rabat son frecuentes.

Marruecos está, sin embargo, abandonando su doctrina tradicional de la mano de varias empresas españolas. Primero fue Endesa y ahora será, a mucha mayor escala, Abener.

En Ain Beni Mathar, un pueblo polvoriento y perdido en el este de Marruecos, Abener, la filial energética de Abengoa, va a construir la mayor central del mundo de ciclo combinado con una tecnología que compagina un campo solar, dos turbinas de gas y una de vapor.

Serán necesarios 180.000 metros cuadrados -equivalentes a 25 campos de fútbol- para instalar los colectores de energía solar que producirán 20 megavatios a los que habrá que sumar los de las demás turbinas. En total, 472. Este contrato, el mayor logrado por Abener en su historia, asciende a 469 millones de euros, de los que 27,5 millones serán financiados por un fondo dependiente del Banco Mundial.

Abener ganó una licitación de la compañía eléctrica marroquí ONE casi al mismo tiempo que resultaba vencedor en otro concurso, convocado esta vez en Argelia, para construir en Hassi R'Mel una central similar a la marroquí, pero de menor potencia (150 megavatios) por importe de 280 millones de euros.

El proyecto marroquí tiene suficiente envergadura para que el rey Mohamed VI se desplazase, el 28 de marzo, a la inauguración de las obras aunque, en la práctica, éstas se iniciaron tres semanas después. Abener confía en que la central empiece a funcionar en 2010.

En los discursos inaugurales y en los comunicados de prensa todos evitaron, sin embargo, mencionar explícitamente el origen del gas que consumirá la nueva central. Ésta va a ser erigida junto al gasoducto Magreb-Europa, que los catalanes prefieren llamar Duran-Farrell, cuyo recorrido en Marruecos es de 540 kilómetros. El gas será por tanto argelino aunque el gasoducto lo gestiona Metragaz, una filial de Gas Natural.

El gas es el único producto que pasa legalmente -todo lo demás es contrabando- de un país a otro. Pero hasta hace poco los marroquíes preferían cobrar por permitir el tránsito -unos 80 millones de dólares al año- en lugar de aprovechar la parte que les corresponde de los 9.000 millones de metros cúbicos que transporta anualmente. Esa cantidad equivale al 75% del gas que España importa de Argelia.

El canon que percibe Marruecos es secreto, pero fuentes del sector gasístico lo sitúan en un 8% mientras que el ministro argelino de Energía, Chakib Khelil, lo elevó una vez al 12%. Para evitar pagar ese peaje, el segundo gasoducto entre España y Argelia, el Medgaz, que estará acabado en 2009, no atravesará Marruecos.

Un tubo sumergido a lo largo de unos 200 kilómetros enlazará directamente Beni Saf (Argelia) con Almería. Transportará unos 8.000 millones de metros cúbicos. "Será más seguro porque interconectará dos países directamente y más económico porque no pagará derechos de paso", sostiene en público Khelil.

Endesa fue la primera empresa autorizada en Marruecos a chupar gas del gasoducto. En 2005 don Juan Carlos y Mohamed VI inauguraron en Tahaddart, cerca de Tánger, una central térmica de ciclo combinado, de 384 megavatios. Después, tímidamente, Somaca, un constructor marroquí controlado por Renault, se animó a su vez a aprovecharlo. Ahora entra con fuerza Abener.

"Cuando funcione la central de Abener, Marruecos absorberá todo el cupo de gas argelino al que tiene derecho sin desembolsar un dólar", comenta un ejecutivo del sector. "Es un cambio radical", subraya. Hasta ahora Rabat se resistía a consumir gas argelino en grandes cantidades.

La apuesta gasística que ahora esboza Marruecos no está exclusivamente orientada hacia Argelia. Rabat planea construir una planta de regasificación del gas licuado qatarí o ruso en Tánger o Mohamedia por importe de unos 407 millones de euros. No se pueden poner todos los huevos en la misma cesta.

Para reducir su dependencia energética cerró además, en octubre, un acuerdo con la multinacional francesa Areva para extraer uranio del fosfato. Es el primer exportador mundial de este mineral. El siguiente paso consistirá en construir una central nuclear con la ayuda de Areva.

Hassan II apostó por Argelia

Gas Natural, el principal importador de hidrocarburos argelinos en España, apalabró, el 15 de julio de 1999, en una reunión celebrada en el comedor de la casa del entonces ministro de Interior, Driss Basri, un ambicioso acuerdo para gasificar Marruecos con la energía argelina.

Empezaba por construir varias centrales de ciclo combinado y acababa llevando el gas argelino hasta los hogares de las principales ciudades marroquíes. Las amas de casa marroquíes iban a cocinar con gas argelino.

"Su majestad conoce su proyecto y lo aprueba", sentenció Basri, el brazo derecho de Hassan II, al final de la reunión. A Guzmán Solana, entonces consejero delegado de Gas Natural, y Antoni Llardén, su director corporativo, les resultó difícil disimular su alegría. Fue una apuesta atrevida de Basri porque la relación política con Argelia pasaba ya entonces por una mala racha.

Por eso Basri preguntó insistentemente a sus huéspedes si el gasoducto era reversible, si podía recibir gas ruso, noruego o qatarí en caso de que Argelia cortase el suministro. La respuesta fue contundente: sí. Curiosamente, el ministro marroquí invitó a este corresponsal a asistir a la negociación en su domicilio.

Una semana después de aquella cita, el 23 de julio, Hassan II falleció y Basri cayó en desgracia. La firma del contrato quedó aplazada sine díe. Mohamed VI, el nuevo rey, no quiso seguir por la senda marcada por su padre porque desconfiaba acaso de Basri o le parecía excesiva la dependencia energética que iba a tener de Argelia.

"Ahora el vertiginoso aumento de los precios del petróleo ha incitado a los responsables marroquíes a reconsiderar aquellas decisiones", explica Fahd Iraqi, periodista especializado en economía del semanario Tel Quel. Marruecos carece de fuentes propias de energía y el gas natural representa tan sólo un 1% de su factura energética.

Para mitigar los efectos del incremento de los precios energéticos -las importaciones de petróleo costaron en los cuatro primeros meses del año un 69% más que en 2007-, Mohamed VI pidió al rey saudí Abdulá que le otorgara 500 millones de dólares y éste se los concedió el lunes.

Para ahorrar energía Rabat introducirá además, por primera vez, la hora de verano. Lo hará a partir del 1 de junio.

(Obras del gasoducto Argelia-España)

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