martes, 20 de mayo de 2008

Portugal pide a España más datos sobre los riesgos de contaminación de una nueva refinería fronteriza

LISBOA.- El Ministerio de Medio Ambiente luso ha pedido a España que el estudio sobre el impacto ambiental de la refinería que se proyecta construir en la zona extremeña de la Sierra de San Jorge incluya más informaciones sobre los riesgos de contaminación en los suelos y aguas de Portugal.

La Agencia Portuguesa de Ambiente (APA) ha enviado al Gobierno español un informe de consulta pública en el que se indica que «el estudio de impacto ambiental español no hace referencia a los aspectos relacionados con eventuales impactos transfronterizos, en particular, el tipo de contaminación, el grado de extensión de la misma, que podría contaminar los suelos y los recursos hídricos del territorio portugués», según explicaron ayer fuentes gubernamentales portuguesas.

El documento luso enviado a Madrid considera «escasa» la información facilitada por las autoridades españolas sobre la gestión de residuos del proyecto.

La agencia estatal lusa solicita además que se analicen los impactos generados por las emisiones atmosféricas en la calidad del aire del Alentejo Interior, territorio portugués fronterizo con Extremadura, así como la necesidad de estudiar la prevención, preparación y reacción ante posibles emergencias ambientales.

Portugal pide que se evalúe el impacto sobre la cuenca del río Guadiana ante de «eventuales escenarios de accidentes que envuelvan substancias peligrosas para los organismos acuáticos».

Para las autoridades lusas, también es necesario verificar si la actividad de la refinería se encuadra en la Convención sobre Efectos Transfronterizos de Accidentes Industriales, que tiene como objetivo prevenir y reparar accidentes con efectos más allá de la frontera de un país, ya que la localización prevista para la refinería está a unos 100 kilómetros de la frontera lusa.

El Instituto del Agua (INAG) portugués también analizó el proyecto de la refinería, y consideró que es necesario evaluar e identificar los potenciales impactos en el río Guadiana. «No puede, bajo ninguna circunstancia, poner en peligro el abastecimiento público, sea directamente a través de la albufera de Alqueva (en la imagen), o indirectamente a través de la transferencia para otros proyectos del Proyecto de Múltiples fines de Alqueva», indica el INAG.

Este instituto defiende la realización de «un estudio lo más detallado posible» y «comprobar inequívocamente que el proyecto no interfiere con los objetivos definidos para la región de Alqueva». Además, recomienda la identificación de los riesgos de accidentes asociados al proyecto de las albuferas de Alqueva y Pedrogao, y hasta el estuario del Guadiana.

A estas dos instituciones se suma también Turismo de Portugal, que considera insuficiente el estudio ambiental hecho por las autoridades españolas y recomienda un análisis especialmente detallado en el área del embalse de Alqueva y la desembocadura del Guadiana.

Estas peticiones y dudas de los organismos lusos contrastan con la declaración sobre el proyecto que hizo el primer ministro luso, José Sócrates, en enero. Entonces, garantizaba que la refinería Balboa no afectaría a la calidad de Alqueva ni supondría ningún riesgo ambiental para la zona y sus intereses económicos.

Precisamente, unas 200 personas, según la Plataforma Ciudadana 'Refinería No', se congregaron el domingo a las puertas del Ayuntamiento de Villafranca de los Barros (Badajoz), con motivo de la visita del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, para protestar contra la instalación de esta planta industrial.

En un comunicado, la plataforma critica los «halagos» de Corbacho al proyecto.

Los concejales de Ciudadanos de Villafranca entregaron al ministro un amplio dossier sobre el 'no' a la refinería. Según la plataforma, Corbacho debe estar mal informado y no ha calculado el empleo que destruiría la refinería en la zona más fértil de Extremadura.

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